Cuando comenzaron a componer música y liberar sencillos en 2018, Manuel Blanco y Xoán “Palamera” Domínguez nunca pensaron que, dos años después, todo el funk, el pop y hip hop que habían creado se detendría de pronto y su dueto Blanco Palamera se quedaría en suspenso.
Sucedió una pandemia y llegó el confinamiento; sin embargo, ahora que se empiezan a reactivar las actividades masivas en el mundo, el dueto también considera que es momento de reactivar la música, el sonido y, sobre todo, la fiesta, por ello presentan ahora su sencillo “Al mirar”, que será parte de su segundo LP INTIMIDADE que llegará a plataformas digitales el 11 de febrero.
“Estamos listos, preparados y creo que, y ya está pasando, la gente tiene muchas ganas de salir a bailar, socializar otra vez y gozar de la música en directo, que al final es una experiencia única. Los conciertos son una experiencia para vivir, disfrutar y yo soy el primero que tiene muchísimas ganas de ver y dar un concierto”, describe emocionado Domínguez, en conversación con Reporte Índigo.
El dueto, que crea música pop y electrónica distinta a los géneros de moda, no demerita todos los esfuerzos que se hicieron durante el encierro sanitario, como los autoconciertos, streamings en vivo y tocadas con público reducido, pero opina que ahora sí se puede retomar la vida social, aunque la pandemia siga en curso.
“Ninguna de estas invenciones, que al final se hicieron más por necesidad, por seguir haciendo conciertos y cultura en general, ninguna de estas, suple a lo real.
Blanco Palamera tendrá este 2022 un recorrido por su natal España, con conciertos por San Sebastián y Madrid a partir de mayo. Y si todo sale bien, le encantaría ir a festivales masivos en el extranjero.
Blanco Palamera, sin discriminar ritmos
Pese a que su música está orientada hacia el funk y la electrónica, Blanco Palamera no descarta el hacer fusión, coquetear con ritmos latinos o que se encuentran en boga como el reguetón o el trap; tanto Blanco como Domínguez dicen ser afines a esta música que está de moda.
“Al final nos atrae igual esa sónica, nos encanta experimentar, y aunque no lo hayamos hecho hasta ahora, tampoco cerramos puertas a nada, de hecho, nos apetece probar cosas nuevas, así que adelante con todo”, admite Blanco.
Es innegable que los ritmos del dueto evocan a agrupaciones de inicios del 2000, como bien pueden ser Jamiroquai, LCD Soundsystem y, en ocasiones son comparados con The XX y Disclosure. Los músicos expresan que para nada buscan un sonido retro, pero confiesan que fueron influenciados por artistas con los que crecieron en su adolescencia.
El punto medio de la productividad
Así como hubo artistas que tuvieron un despunte de productividad en la pandemia, otros prefirieron recluirse y dejar de componer para quedarse en la introspección, para sobrevivir como todos. Blanca Palamera considera que ellos se quedaron en un punto medio, porque para su nuevo disco, algunos temas ya estaban listos, y otros fueron compuestos durante el confinamiento.
“Justo estamos en medio de las dos partes, porque nosotros cuando acabamos el primer disco tuvimos un montón de conversaciones hablando de cómo no queríamos volver a tener el proceso creativo tan centrado, en estar sentados frente a un ordenador, sino estar tocando, y fuese un proyecto súper vivo, pero precisamente la pandemia hizo que no pudiéramos hacer eso”, dice el guitarrista y vocalista.
Domínguez, quien hace la percusión y coros en el dueto, explica que el estar cada uno en su intimidad les dio un nuevo punto de reflexión, pese a que les faltaban las vivencias personales que tanto anhelaban, al tener una familia y relaciones personales despuntaron otro lado de su talento.
“Todo el concepto surgió en ese encierro, todo el tema de la intimidad y ese trabajo interno al estar con uno mismo se dio mucho más, aunque hubieran temas e ideas que vinieron desde antes, pero se crearon a partir de lo que tuvimos que vivir, y con eso va el mensaje un poco del disco, de esperanza, de seguir para delante y ser fuerte contra todos”, indica Domínguez.