El escritor argentino Pedro Mairal reconoce que algunos de sus personajes son retrógrados y machistas, pero que no reflejan su sentir ni pensar, ya que él sabe que los tiempos han cambiado, por lo que sigue aprendiendo.
Las formas de enamorar o seducir a alguien han cambiado. Gracias a movimientos, como el de #MeToo, actualmente existe una mayor conciencia sobre cómo debe ser el acercamiento entre dos personas, para evitar caer en el acoso sexual.
Aunado a ese cambio de paradigma, con la crisis sanitaria que se vive y las futuras normas de convivencia, existen dudas sobre cómo serán las nuevas dinámicas de pareja.
Pedro Mairal, reconocido por sus poemas, novelas y ensayos, reflexiona al respecto, ya que en más de una ocasión lo han señalado en redes sociales por sus comentarios en torno a las mujeres; sin embargo, el literato aclara que no es su voz, sino la de sus personajes.
“No coincido moralmente con mis personajes y a veces noto que alguien pone en Twitter una frase horrible de un personaje mío, ‘mira lo que dice Mairal’, y ¡no soy yo! Es un personaje. Creo que uno en la literatura hace lo que no entra en tu Instagram, lo que te daría vergüenza que esté en tu Facebook; la literatura es la espalda de Instagram y de Facebook, no es la construcción de la identidad que hacemos a través de las redes”, platica el escritor de Buenos Aires, Argentina, en videollamada con Reporte Índigo.
Más que una excusa, el argumento del escritor es que su arraigo formativo pertenece al siglo XX, y a casi 50 años cumplidos, en lo personal ha sabido desasociar su mundo de ficción con el de la realidad, inyectándole solo a sus creaciones literarias el lado “tóxico” que le aquejan en Internet.
“Llevo más tiempo en el siglo XX vivido que en el siglo XXI; entonces, tengo mucho por aprender sin duda y muchos de mis personajes son bastante retrógrados y dicen cosas horribles y hay situaciones de machismo en mis cuentos, pero no puedo hacer que mis personajes sean gente bien pensante, digamos, que tengan la misma actitud que yo en este momento, porque sería como quererlos educar”, explica.
Ante todo, él es un arduo defensor de las causas feministas, aboga porque ahora más que nunca se siga dando voz a las mujeres y que sobre todo se preste atención a todo lo que se tenga que decir en torno a las denuncias que fueron calladas durante décadas.
“Hay que aprender y hay que escuchar lo que están diciendo las mujeres, se volvieron visibles una cantidad de situaciones de abuso que estaban tapadas, culturalmente no se mencionaban y de golpe sale a la luz todo esto. Hay que dejar que las mujeres expliquen y tengan la primera y última palabra”, dice Mairal.
Las nuevas autoras argentinas
Haciendo un recuento de los grandes escritores argentinos y uruguayos, como Juan Gelman, Jorge Luis Borges, Mario Benedetti o Eduardo Galeano, Pedro Mairal reconoce que se extraña a estas plumas en el presente, pero reflexiona que están latentes en sus libros.
¿Quiénes podrían ser los nuevos Borges, los nuevos Benedettis o los nuevos Galeanos? El autor prefiere voltear la pregunta hacia el otro género, en lugar de dar continuidad a la literatura publicada por hombres.
“Yo diría que la cosa viene por ‘las nuevas’, porque está habiendo unas escritoras en Argentina muy impresionantes, menciono a Samanta Schweblin, Leila Guerriero, Selva Almada y Mariana Enríquez, vienen a toda velocidad y por suerte a tomar la antorcha que había sido, hasta ahora, tan masculina”, afirma.
La lista no termina para Mairal, él admira el trabajo de otras autoras anteriores como Sara Gallardo, Silvina Ocampo, quienes fueron las primeras en destacar en el siglo pasado en su país, pero bien señala que lamentablemente estaban a la sombra de lo escrito por hombres; además, recomienda la lectura de otras contemporáneas latinoamericanas.
“Por suerte eso se equilibró y es el momento de las escritoras mujeres en Argentina, me parece (…) Entrevisté hace poco a Pilar Quintana, una escritora colombiana que publicó una novela que se llama La perra, buenísima, también Guadalupe Nettel, mexicana, les recomiendo una novela que se llama El cuerpo en que nací, excelente novela”, agrega en entrevista.
‘La poesía es mí raíz’ Pedro Mairal
Mairal ha curtido una carrera desde los sonetos, ya que desde 1994 empezó a obtener reconocimiento en el ramo de la poesía al tener una mención especial en el premio Fortabat en su país natal. Su primer libro de este género llegó dos años después a imprenta, titulado Tigre como los pájaros, por ello es que se reconoce como un poeta ante todo.
“La poesía es mi raíz y es el lugar de donde hago base para escribir, de alguna manera creo que me funciona como una especie de varita mágica, para controlar la narrativa, es decir, de pronto #Literatura desde la poesía yo puedo hacer que la narrativa se detenga, un poco como esos momentos de TheMatrix (1999) cuando las balas pasaban en cámara lenta”, describe el autor porteño.
En 2003 Pedro Mairal publicó bajo el pseudónimo Ramón Paz el primer volumen de Pornosonetos, llegando a tener dos continuaciones, esto comenzó como un experimento en un blog —el cual todavía sigue en línea— la gracia que encontró el poeta en este laboratorio virtual, fue rindiendo frutos al juntarse el erotismo con la estructura de verso.
“Esas formas súper clásicas, líricas, prestigiosas, mezcladas con algo vulgar, chabacano, actual, antilírico, me gustaba cómo chocaban esas dos fuerzas ahí adentro del soneto, y los escribí casi sin querer y al margen, después alguien me lo señaló como algo que podía interesar, pero para mí eran como un ejercicio lateral y eso los volvió mejor hechos”, recuerda.
Breves amores… la serie
El escritor argentino ya recibió un ofrecimiento de llevar Breves amores eternos al formato de serie televisiva, por lo que actualmente se trabaja en la preproducción de este proyecto, además de que su novela La uruguaya, de 2016, se está adaptando como película en México.
“Son cuentos que en sí no están muy conectados los personajes, pero la idea es conectarlos, como tienen una impronta similar, gente escapándose de su matrimonio, recordando a antiguos amores o viviendo situaciones frustrantes o clandestinas, eso les da una idea como de serie, vamos a ver qué pasa”, comparte.