La vieja teoría que se mantuvo atesorada en la comunidad científica de que nuestros ancestros, los humanos modernos –o la especie homo sapiens–, coexistieron con los neandertales del la península del centro y sur de Iberia, parece que está a punto de quedar atrás.
Esto, a raíz de un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de investigadores internacionales, publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), que realizaron nuevas dataciones en restos de dos yacimientos en el sur de España.
Los restos, analizados mediante la infalible técnica de radiocarbono, ahora con un método avanzado de ultrafiltrado –que depura la contaminación de las muestras de huesos a datar–, indican que en realidad los últimos neandertales datan en torno a 45 y 50 mil años y no 30 mil, como hasta ahora se había estimado.
Así, las nuevas dataciones en los yacimientos de Jarama VI (Guadalajara) y Zafarraya (Málaga) –las únicas que contenían el colágeno suficiente para ser datadas– dan cuenta de que la ocupación neandertal en el centro y sur de la península Ibérica dejó de existir hace 45 mil años, “(…) antes de la llegada a la región del norte de los humanos modernos, cuando antes pensábamos que los neandertales habían perdurado al Sur mientras que el homo sapiens estaba ya en el Norte”, dijo para El País Jesús F. Jordá, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Pero pese a la reciente evidencia arrojada, aún quedan dudas respecto a la causa exacta de la desaparición de los neandertales y su posible convivencia con los humanos modernos.
A decir de Jordá, actualmente se encuentran “sometiendo a nuevos análisis yacimientos como La Güelga (Asturias) para determinar si esa coexistencia tuvo lugar”.
Luego, apuntó, habrá que esperar los resultados y quizá entonces podrá corroborarse la hipótesis.