Eric Schmidt: ¿Ombudsman de la libert@d?
A pesar de la censura y las restricciones del gobierno, en Corea del Norte se puede navegar a través de una Intranet o, mejor dicho, una especie de Internet a medias controlado en su totalidad por las autoridades.
Este sistema es conocido como Kwangmyong y se administra por un único proveedor de servicio de Red existente, propiedad del gobierno.
María Alesandra Pámanes
A pesar de la censura y las restricciones del gobierno, en Corea del Norte se puede navegar a través de una Intranet o, mejor dicho, una especie de Internet a medias controlado en su totalidad por las autoridades.
Este sistema es conocido como Kwangmyong y se administra por un único proveedor de servicio de Red existente, propiedad del gobierno.
A través de Kwangmyong se puede “chatear”, consultar noticias y foros, contenido enmarcado por el patrocinio oficial. Fuera del mapa quedan redes sociales como Facebook y Twitter, en su lugar existen equivalentes controlados por la autoridad.
Solo la élite puede usar esta Red, al igual que ciertos académicos y científicos del país.
En sociedades tan cerradas como la norcoreana, no solo existen equivalentes restringidas de redes sociales, también hay sustitutos de gadgets. Un ejemplo es Achim, la “tablet” de los norcoreanos. Su tamaño es de 7 pulgadas, pesa 300 gramos y su nombre significa “mañana”. La pila le puede durar hasta cinco horas.
Con este escenario se toparon hace unos meses una delegación de visitantes encabezada por Eric Schmidt, presidente ejecutivo y uno de los fundadores de Google, previo a que Dennis Rodman y los Harlem Globetrotters montaran su show mediático y antes de que se reanudaran las hostilidades verbales de Corea del Norte en contra de su vecino del Sur y de Estados Unidos.
La visita tenía como objetivo llevar un mensaje de apertura. “(Corea del Norte) es un país que ha sufrido por la falta de información. El Internet fue construido por todos, incluyendo a Corea del Norte. La forma más rápida de crecimiento económico de este país es la apertura de Internet. Hice lo mejor que pude para decirles esto”, reflexionó Schmidt tras su visita.
Sophie, la hija de 19 años de edad del presidente ejecutivo de Google, narró la “extraña” experiencia en el viaje que realizó junto a su padre a ese “hermético” país en una página de Google Sites.
Los visitantes no tuvieron contacto alguno con norcoreanos y estuvieron en todo momento escoltados. “Cuando nuestro grupo entró –un grupo ruidoso, acompañado de medios de comunicación–, ninguno de ellos (norcoreanos) levantó la vista de su escritorio, nadie volteó, no hubo contacto visual, ni reacción alguna a los estímulos; bien podrían haber sido figuras inmóviles”, detalló Sophie.
La joven también aseguró que a su llegada a Pyongyang, capital de la República Popular Democrática de Corea, las autoridades les preguntaron si llevaban consigo “dispositivos de asesinato”, “publicaciones de todo tipo” o bien, tecnología GPS.
Sophie comentó que los norcoreanos familiarizados con el mundo virtual en efecto parecen estar conscientes de que solo a través de esa conectividad, su país puede mantenerse en el siglo 21, sin embargo, “tenemos que esperar y ver qué dirección optan por tomar”.
Efecto Schmidt
La visita provocó una victoria momentánea, pues aparentemente tuvo una influencia en la decisión de liberar el acceso a Internet 3G para los turistas del país en diciembre pasado. Sin embargo, ese servicio quedó prohibido nuevamente desde enero de 2013.
Al inicios de este año, cuando las noticias todavía no se enfocaban en las amenazas de Corea del Norte hacia Estados Unidos y en la reanudación de la actividad en sus instalaciones nucleares, se dio a conocer que se prohibía nuevamente el acceso libre a la información e Internet 3G para los turistas.
La agencia de viajes Koryo Tours indicó que “todavía se pueden comprar tarjetas SIM para realizar llamadas internacionales, pero ya no hay acceso a Internet”.
De acuerdo a Wired UK, se especuló que al abrir el acceso solo se trató de una manera en la que el “régimen pudiera generar más dinero y con el reciente aumento de las tensiones en la península a raíz del último ensayo nuclear del régimen y grandes ejercicios militares de surcoreanos conjuntos Estados Unidos, la retracción de acceso 3G a los extranjeros podrían ser el resultado de paranoia”.
Embajador de la Red
Después de la visita a Corea del Norte, Schmidt expresó su preocupación “por el futuro de la apertura de Internet en Birmania (o Myanmar), uno de los países menos conectados del mundo”, aseguró el sitio The Verge, después de haberlo visitado el mes pasado cuando Google lanzó nuevos servicios.
A través de una publicación en su cuenta de G+, Eric dijo que a pesar de ser optimista, los conflictos religiosos por los que atraviesa Birmania podrían alcanzar a Internet y eso “podría conducir a una nueva era de represión”, justo cuando ese país emerge poco a poco de un gobierno militar que tuvo su fin en 2011.
“(…) estamos entrando en un período peligroso para Internet en Myanmar”, pues en el país todavía no se llega a un acuerdo sobre “la libertad de prensa, en el derecho de la prensa y la libertad de expresión política”, dijo Schmidt, adoptando una figura voluntaria de Ombudsman de la libertad de Internet.
En su reciente viaje a la India, Eric Schmidt señaló que “la gente debe concentrarse en dar a todos los hindúes mejor oportunidad de usar Internet para hacer de su país uno mejor (…) ahora es el momento para que la India decida qué tipo de Internet quieren”.
También destacó que entre los problemas que tiene ese país con Internet es que se está quedando atrás para aprovechar el poder de la Red porque no invierte en redes de alta velocidad de telecomunicaciones.
Cabe mencionar que, de acuerdo a The Economic Times, solo 150 millones de los 1.2 mil millones de habitantes en la India tienen acceso a Internet. Schmidt afirmó que “el gobierno se había vuelto complaciente, quizás debido al éxito del país en la producción de software y de grandes compañías de TI”.
Globos frustrados con información
Desde octubre de 2012, ciudadanos (activistas) de Corea del Sur planearon enviar a Corea del Norte globos con helio que contenían memorias USB con páginas de Wikipedia, ensayos de democracia, reportes de AFP, noticias y capítulos de telenovelas, pero fueron detenidos por las autoridades de su país en la frontera.
Park Sang-Hak, uno de los organizadores del “ataque”, dijo a AFP que no querían provocar un conflicto, sino “transmitir la verdad a los norcoreanos”.
En este espacio aludimos en verano pasado a un hecho similar, cuando Suecia “atacó” por vía aérea con osos de peluche a Bielorrusia, con el fin de defender la libertad de expresión, la democracia y a los periodistas que han sido víctimas durante el régimen de Aleksandr Lukashenko.
‘Ataque’ a Bielorrusia
Artículo en Piensa Indigo sobre la invasión sueca con osos de peluche: bit.ly/OsoBielo