Entre la nostalgia y la innovación: Lo mejor del Vive Latino 2024 en el Autódromo Hermanos Rodríguez
Descubre las actuaciones de artistas como Los Cafres, El Columpio Asesino, Jorge Drexler y Fito Páez en un festival que cautivó a una audiencia de 80 mil personas
Karina CoronaEl calor y la emoción palpable se fusionaron en el corazón de la Ciudad de México durante la 24 edición del Festival Iberoamericano de Cultura Musical, Vive Latino. Este año, el festival experimentó un cambio de sede trasladándose a la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, lo que no disminuyó en absoluto la intensidad y el entusiasmo de los asistentes.
Desde el momento en que se abrieron las puertas 6 y 15, el ambiente se llenó de colores primarios que iluminaban cada rincón, como si la música misma estuviera pintando el panorama. La expectativa entre el público era palpable, desde revivir los gloriosos años 80 con Billy Idol hasta sumergirse en la fantasía pop de los 2000 con Belanova. Todo esto ocurrió en cinco escenarios que ofrecieron una variedad de géneros musicales que iban desde el rock y el pop hasta el punk y el reggae.
Entre despedidas y celebración
El primer día comenzó con la vibrante energía de Los Cafres, reconocida banda de reggae que celebraron 35 años de trayectoria. Desataron una ola de calma y alegría con éxitos como “Si el amor se cae” y “Tus ojos”, “Hace falta”, piezas que envolviendo a los espectadores en una atmósfera de paz y positividad.
Por otro lado, la despedida de Gastón Espinosa, vocalista de LNG/SHT, la innovadora banda mexicana de hip hop, dejó una marca indeleble en los espectadores del Vive Latino. Con letras profundas y evocativas, LNG/SHT sorprendió al incluir parte de su repertorio punk en su actuación, mostrando la evolución de su arte ante el público.
Sus canciones, que exploran la complejidad de la vida urbana, la identidad y las luchas personales, resonaron entre los asistentes al festival, reflejando los desafíos de la sociedad contemporánea. Esta fusión de estilos, desde el hip hop hasta el punk, creó una atmósfera única en el escenario, acompañada de una energía explosiva que involucró a la audiencia en saltos, gritos y slam.
Pero la noche guardaba más sorpresas. Jorge Drexler, con su guitarra en mano, cautivó a la multitud con su voz melódica y sus letras poéticas. “El plan maestro” resonaba en el aire, tejiendo una narrativa de sueños y esperanzas que tocaba el alma de cada oyente.
“Hace nueve años que no piso este escenario, ¡viva el Vive Latino!”, exclamó Drexler, emocionado por el cálido recibimiento del público. Con su banda internacional a su lado, decidió dejar que la música hablara por sí misma, optando por interpretar su éxito urbano “Tocarte”, en colaboración con C Tangana.
Pero el Vive Latino estuvo repleto de grandes números musicales; cada rincón del festival estaba lleno de vida y diversión. Desde el hip-hop del De Santa Fe Clan, el círculo de paz con El Panteón Rococó, hasta el fervor de Fito Páez, había algo para todos los gustos y estilos.
El viaje a la nostalgia
Fito Páez regaló a los asistentes del primer día del Vive Latino una presentación memorable. Ataviado con una gabardina amarilla y acompañado por su piano, el legendario cantautor argentino de 61 años cautivó desde el momento en que comenzó su actuación a las 18:15 horas en el escenario principal.
Recorriendo lo más destacado de su vasta discografía, Páez hizo un viaje nostálgico a través de su aclamado álbum “El Amor Después del Amor”, lanzado en 1992, ofreciendo al público una selección de sus éxitos más inolvidables como “El Amor Después del Amor”, “11 y 6” y “Brillante sobre el Mic”.
“El Vive Latino es como el Mundial”, expresó Páez, compartiendo su emoción y gratitud por ser parte de un evento tan icónico y celebrado en el mundo de la música.
El fin de una carrera
La presentación de El Columpio Asesino fue una explosión de energía y creatividad que cautivó al público de principio a fin. Con su inconfundible estilo que fusiona el post-punk, el rock electrónico y la experimentación sonora, la banda se apoderó del escenario desde el primer acorde.
Entre luces que parpadeaban en tonos verdes y morados, Columpio Asesino llevó a la multitud a un viaje sonoro intenso. Éxitos como “Dinamita” y “Ballenas muertas en San Sebastián”.
El clímax llegó con “Toro”, una explosión de ritmo y emoción que hizo que la audiencia se entregara por completo al frenesí del momento. La combinación de sonidos distorsionados y letras potentes creó una atmósfera hipnótica que dejó una marca indeleble en la memoria de todos los espectadores.
Con una asistencia de 80 mil personas, el Vive Latino 2024 demostró una vez más por qué es uno de los festivales más destacados de América Latina, a pesar de que algunas bandas cancelaron como Scorpions y Paramore.