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En ‘micro’ es mejor

El invento de los microondas trajo consigo toda una revolución en la cocina, tan es así que no se puede vivir sin él. En su momento tuvo muchos detractores que pusieron en tela de juicio su uso y practicidad.

 

La mejor forma de retener las vitaminas y nutrientes es cocinar en tiempos cortos que limiten la exposición al calor, y un método de cocina que utilice el menor líquido posible 

El invento de los microondas trajo consigo toda una revolución en la cocina, tan es así que no se puede vivir sin él. En su momento tuvo muchos detractores que pusieron en tela de juicio su uso y practicidad.

 

Algunos decían que las microondas causaban cáncer, otros señalaban la pérdida de los nutrientes en los alimentos, y es precisamente, éste último punto el tema de la discusión.

 

De acuerdo con una investigación realizada por la BBC, la cual se se detalla en su página web: “Las microondas cocinan los alimentos utilizando ondas de energía similares a las de la radio, pero son más cortas.

 

Dichas ondas son selectivas, afectan al agua y otras moléculas cargadas en un extremo positivo y en otro negativo. Las microondas hacen vibrar las moléculas generando calor que se extiende a las demás, las calienta, y de manera sucesiva, cocina la comida.

 

Y sí, este proceso puede afectar a las vitaminas y nutrientes de los alimentos, pero dichos cambios no son exclusivos de la cocina en microondas sino que son un resultado del proceso de calentamiento en sí.

 

Calor: el enemigo de los nutrientes

 

Cuando la comida se calienta pierde sus propiedades, no todas, pero si una buena parte. La Universidad de Harvard, en Estados Unidos, explica que la vitamina C, se descompone al calentar la comida que la contiene no importa si se hace en el horno convencional, en hornilla (hervida) o microondas, lo ideal es cocer la comida al vapor para conservar la mayoría de las propiedades de los alimentos. Y aún así, muchos se perderán.

 

Algo que si favorece la comida en microondas es el hecho de que el tiempo de cocción es más corto por lo que se preservan más los componentes alimenticios.

 

Expertos afirman que la pérdida nutricional de los alimentos es mayor cuando se hierven o se fríen.

 

Aliado de la salud

 

Un artículo publicado en 2009 en el Journal of Food Science concluyó que cocinar con el microondas mantiene mejor los niveles de antioxidantes en alimentos como las judías, los espárragos o la cebolla que si se hierven, se cocinan a presión o al horno.

 

Para evitar pérdidas

 

• Pelar y cortar el alimento justo antes de prepararlo o consumirlo.

 

• Usar tiempos cortos para lavarlo antes de cocinar.

 

• Emplear formas de cocción en que el agua y el alimento entren en contacto lo mínimo posible.

 

• Esperar a que el agua hierva para sumergir el alimento, esto reducirá el tiempo de cocción.

 

• Cocinar las hortalizas al dente y enfriarlas luego para preservar sus vitaminas.

 

• Aprovechar el agua de las verduras cocidas para elaborar otros alimentos, como sopas.

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