En los últimos años la tecnología ha evolucionado rápidamente, creando nuevas necesidades y retos en las nuevas generaciones. Ante ello, Latinoamérica padece un retraso en temas relacionados a la enseñanza de programación digital.
Para reducir esta brecha, se requiere que las clases de computación a niñas y niños ya no sean sólo sobre cómo se usa Excel o PowerPoint, y así llevar sus conocimientos y habilidades al siguiente nivel.
“En México, 1 de cada 10 escuelas tiene en su currículum la programación, no viene de manera oficial desde la SEP, esto es preocupante porque se estima que el 80 por ciento de las habilidades que van a requerir los futuros trabajos estará relacionado a la programación”, explica Aida Sarabia Quintero, directora de operaciones de la academia online Crack The Code.
Por ello, Sarabia indica que desde la infancia se debe crear conciencia e interés en el conocimiento digital e impulsarla a aprender nuevas habilidades con la programación.
No sólo para prepararla en carreras como ingeniería, pues estas habilidades permearán en otras como la administración de empresas o contaduría ya que, debido a la transformaciones digitales que han implementado los centros de trabajos, la programación llegará a todas las áreas laborales.
“Hoy en día cualquier persona puede acceder a su información a través del código de SQL (Data Control Language), puedes programar para obtener data, esto te empodera en mejorar tus decisiones estratégicas y agrega mucho valor, es el tipo de talento que se busca”, reitera la también Country Manager.
Sin embargo, aún existen varios retos y falsas creencias en torno al uso de las computadoras, como que hace perder experiencias sociales, algo que en Crack The Code quieren erradicar.
A través de su sistema de juegos, la academia online diseña rutas de aprendizaje para que sus estudiantes profundicen en el mundo de la programación y tecnología, sin dejar a un lado el mundo presencial.
“Los padres no han crecido con programación, entonces muchos piensan que si mi hijo va a estudiar programación no va a tener amigos, o va a vivir detrás de la computadora y no, la realidad los empodera. Debe haber un balance, no es que todos se vuelvan ratones de computadoras.
“Buscamos que los niños se diviertan y aprendan, desarrollen habilidades duras como es pensamiento crítico, lógico, habilidades matemáticas, resolución de problemas, pero también potenciar su creatividad, perseverancia y trabajo en equipo”, precisa.
🤯 ¡La imaginación de tu hij@ no tiene límites! 💪🏼 Motiva a tu mini coder a crear su historia animada desde la plataforma interactiva CodeSpark. En Crack The Code le enseñaremos a crear sus personajes y a programar su narrativa 🦸♂️
¡Que tu pequeñ@ se perfile como un creador! 🤩✨ pic.twitter.com/uHvYMaoAH8
— Crack The Code (@crackthecode_la) August 1, 2022
El reto es mandar el mensaje de que la tecnología llegó para quedarse y seguirá evolucionando, y muestra cómo esta herramienta puede impactar positivamente al bienestar mental, físico y emocional de niñas y niños.
“Lo importante es cómo les enseñamos a que la tecnología suma en sus experiencias y los ayuda a alcanzar metas. La pandemia aceleró estos cambios, estamos en un punto donde es difícil cerrarse a la tecnología y lo más importante es enseñarles esos buenos hábitos”
Aida ofrece consejos acerca de cómo ser un padre o una madre involucrados en el mundo digital, y así poder dar acompañamiento a los hijos.
En Crack The Code, además de dar cursos dirigidos a personas entre los 5 y 15 años, también se enfocan en educar a los padres para explicarles lo que los pequeños van a desarrollar.
“Si identificas que tu hijo tiene interés en la tecnología toma eso y haz que fomente la creatividad, por ejemplo, si le encantan los videojuegos, con nosotros podría aprender a crear su propio videojuego. Podemos orientarlos a cómo navegar en el mundo digital y que la tecnología no controle al niño, sino que controle la tecnología y le saque provecho”, culmina.
Te puede interesar: Necesario el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación: Carlos Joaquín
