>> Todos están hablando de “La Bella y la Bestia” y no solo porque se acerca su estreno el 17 de marzo o porque su director Bill Condon declaró que la cinta mostrará al primer personaje gay en una cinta de Disney (Le Fou), sino porque su protagonista es Emma Watson.
>>Esta semana, Watson fue criticada porque no se toma selfies con fans (aunque los atiende y procura de manera amable y dedicada), y porque posó casi topless para la revista Vanity Fair, ya que es portavoz de la campaña HeforShe de ONU Mujeres. No se toma fotos para no ser ubicada al instante y el feminismo no está peleado con mostrar el cuerpo, dicen en su defensa.
>Respecto a su sesión de fotos para Vanity Fair, diseñadores, usuarios y celebridades apoyaron a Watson, alegando que defender y ser partidaria del feminismo no tiene relación con amar el propio cuerpo, ni con portar prendas de tal o cual escote.
>> Conocida por su papel de Hermione en la saga cinematográfica de “Harry Potter”, Emma es una mujer de metas y objetivos fijos. Es una ávida lectora como su personaje, Bella, y entre sus hobbies están el empoderamiento de la mujer, claro, cantar, bailar, el arte y el hockey.
>> Es sensata, inteligente y elocuente. Nacida en París, es egresada de la Universidad de Brown y desde hace tiempo se propuso leer un libro a la semana, siempre buscando su desarrollo profesional, con el fin de lograr un cambio a nivel social y en favor de la equidad de género.
>> Desde septiembre de 2009, la actriz se asoció con la marca de moda sustentable People Tree, la cual busca el comercio justo. Emma considera que “la moda es una gran manera de capacitar a las personas y darles destrezas, en vez de dar dinero a la caridad puedes ayudar a la gente comprando los diseños que hacen y así apoyar lo que los enorgullece”.
>> “La Bella y la Bestia” es una de las cintas más esperadas de 2017 y a días del estreno, Watson y el elenco –incluido Dan Stevens, quien da vida a Bestia– se encuentran en un tour promocional de la película que adapta el clásico animado de Disney de 1991, que fue el primero en competir como Mejor Película en el Oscar, ya que no existía la categoría de Mejor Película Animada.