El 14 de octubre de 1992, una pareja estadounidense decidió donar cuatro embriones para que fueran congelados y puestos a disposición de aquellas mujeres que no pudieran concebir de forma natural.
Uno de esos embriones el día de hoy tiene nombre y apellido; 25 años después terminó el proceso de desarrolló y nació Emma. Ella fue una de las conocidas “snowbabies”, (niños de nieve), llamados así por el proceso de congelación del que provienen).
Emma esperó desde 1992 a que una mujer escogiera su embrión para ser fecundado y al fin poder terminar su desarrollo. En su caso, Tina Gibson fue quien escogió el embrión de entre un catálogo de 300 posibles, sin saber que el seleccionado tenía casi la misma edad que ella.
Tina Gibson nació en 1991, es decir, un año antes de que el embrión de Emma fuera donado.
Emma nació el 25 de noviembre y su caso es considerado como el del embrión congelado por más tiempo en ser dado a luz con éxico, según el personal de investigación de la biblioteca del Preston Medical de la Universidad de Tennessee, en Estados Unidos.
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El caso más cercano también sucedió en los Estados Unidos; en el 2011, una mujer de Nueva York dio a luz a un bebé cuyo embrión estuvo congelado por 20 años.
Según expertos médicos, casos como el de Emma son posibles, siempre y cuando se cumplan con requisitos y procesos estrictos a la hora de congelar y descongelar los embriones.
Además de esto, la mujer que reciba el embrión en su útero debe estar biológicamente lista, para lo cual muchas veces es necesario someterse a un tratamiento de estrogenos y progesterona.
Según un comunicado emitido por Benjamin Gibson, padre de Emma, la bebé presenta un perfecto estado de salud a casi un mes de haber nacido. La pequeña llegó al mundo con un peso de 2.940 kg y una altura de 50 centímetros.
Reproducción asistida
La transferencia de embriones congelados, también conocida como transferencia diferida, consiste en extraer los óvulos maduros de las mujeres para después ser fecundados de forma in vitro. Una vez realizado ese proceso, los embriones se someten a la congelación y almacenamiento en laboratorio, en donde son preservados con nitrógeno líquido a -196 grados Celsius.
Regularmente, las mujeres tienen acceso a un catálogo en donde se tiene datos genéticos de los embriones. Una vez que se selecciona al indicado, el embrión se descongela con un proceso que evita que sufra daños. Un ginecólogo especializado introduce una cánula en el útero de la mujer para que comience con la fecundación y, si el proceso fue exitoso, nueve meses después dará como resultado un bebé.
