Se trata de una serie fotográfica que gira en torno a la ausencia de Elvis Presley en el rodaje de la película Fun in Acapulco. Foto: Especial

Elvis nunca estuvo en Acapulco: un libro sobre la imaginaria visita de “El Rey del Rock” en el puerto

En este libro, Adam Wiseman imagina una visita ficticia de Elvis al puerto para explorar temas como el nacionalismo y la relación entre México y EU

“Al principio, todo apuntaba a una simple historia sobre nostalgia”, recuerda Adam Wiseman al reflexionar sobre el origen de su fotolibro Elvis nunca estuvo en Acapulco, (Fauna Libros) Durante una residencia artística en el puerto, el fotógrafo se propuso capturar el espíritu de Acapulco a través de la mirada de “El Rey del Rock”, retratando los lugares que Elvis Presley habría recorrido durante el rodaje de Fun in Acapulco.

Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula cuando descubrió que Elvis jamás había puesto un pie en el puerto. La película se filmó en 1963 sin la presencia del cantante debido a unas supuestas declaraciones que prefería “besar a tres mujeres negras que a una mexicana”, lo cual lo convirtió en persona non grata.

A partir de ese hallazgo el proyecto tomó otros rumbos, Wiseman decidió no aceptar la ausencia de Elvis como un hecho definitivo y, en cambio, creó una nueva narrativa visual: un ensayo fotográfico que imagina cómo habría sido la visita de Presley a Acapulco, tejiendo una ficción que revisita lugares emblemáticos del puerto.

“El propósito del libro fue hacer un una especie de retrato de Acapulco y bueno, todo ese contexto creó un espacio en la cual navegar fotográficamente, incluso, decidí hacer mi propio rumor y crear una especie de ensayo asumiendo lo que Elvis pudo haber visto muchos años más tarde”, comenta el fotógrafo.

“El libro está narrado como si fuera un cuento infantil, pero dirigido a adultos, con un estilo que se asemeja a un poema, porque el proceso de creación fue muy poético, lo que permite a los lectores navegar por sus páginas”
Adam WisemanFotógrafo

Cómo el fotolibro ayudó para hablar sobre México y EU

El rumor en cuestión fue un comentario publicado en la columna de Federico de León en el diario Excélsior, lo que desató un escándalo que llevó al boicot de su música y a la negación de su visa de trabajo.

Wiseman, lejos de limitarse a los hechos, utilizó esta controversia como punto de partida para reflexionar sobre la relación entre México y Estados Unidos, las tensiones culturales y el impacto de la opinión pública. En el trasfondo de este proyecto se encuentra Acapulco, un lugar que, aunque ha cambiado con los años, sigue siendo un escenario simbólico de esos conflictos y transiciones.

“El libro aborda temas como el machismo, el nacionalismo, la relación compleja entre México y Estados Unidos, y de cómo el colonialismo cultural y la corrupción influyen en ambos países. Además, explora cómo los rumores y el chisme tienen un gran impacto en la opinión pública.

“También refleja la tensión generacional de los jóvenes de aquella época, los rocanroleros, frente a una política más conservadora, y cómo se libra una batalla constante por preservar la identidad mexicana, pero al mismo tiempo, estar abiertos a una evolución cultural. Acapulco sirve aquí como pretexto para hacer preguntas más relevantes, tanto a nivel global como nacional, sobre quiénes somos y cómo nos definimos”, cuenta Adam.

El reflejo del Acapulco contemporáneo

Wiseman también explica que la gran mayoría de las fotografías fueron tomadas en los últimos tres años con el propósito específico de este proyecto, aunque el libro también incluye imágenes de archivo, como una foto de 1984 cuando él tenía 14 años, otras del 2011, 2012 y 2013.

“Es interesante incluir esta imagen porque refleja cómo muchos chilangos conocen Acapulco a través de las visitas de amigos o familiares. Pero en mis últimos viajes, me propuse conocer otro Acapulco, uno que va más allá del turismo”, agrega.

En lugar de los clichés fotográficos, Wiseman retrata la cotidianidad del puerto, como un clavadista posando con una escoba fuera de su casa, y no en la clásica imagen de La Quebrada.

Incluso, se pueden presenciar paralelismos entre las personas y su relación con la arquitectura del lugar, la naturaleza y sus tonalidades.

“Quise explorar el Acapulco que Elvis pudo haber encontrado si hubiera estado aquí. Me topé con personajes increíbles que forman parte del carácter del puerto, escuchando sus historias y retratando un Acapulco que no todos conocen”, relata Wiseman.

“Quizá Elvis no estuvo en Acapulco, pero El Mirador, los clavadistas, La Quebrada y Tarzán sí”
Adam WisemanFotógrafo

Para él, es crucial mostrar esa “arquitectura libre”, construida por la gente con los recursos que reciben de familiares en Estados Unidos. Esas casas, abunda, son un símbolo de la migración y de la presencia de quienes ya no están en sus pueblos, pero mantienen un vínculo a través de las viviendas que construyen.

El trabajo de Adam Wiseman se distingue por captar paisajes olvidados que, de alguna manera, reflejan su particular visión de la mexicanidad. A través de la intersección entre el documental y la subjetividad expresiva de la imagen, narra historias que invitan a la reflexión. Graduado en Cine Etnográfico por la New York University (1992) y en el Programa de Fotoperiodismo del International Center of Photography (ICP) de Nueva York (1996).

Desde sus inicios, ha vinculado su carrera con el fotoperiodismo, desarrollando proyectos como Arquitectura libre (2020), Tlatelolco desmentido (2014), Moving Portraits (2013), Área conurbada (2012), Not Close Enough (2011) y Subway Series (1998). Actualmente, divide su tiempo entre la Ciudad de México y Londres, donde dirige el Departamento de Fotografía en la University of East London.

En sus reflexiones sobre la mexicanidad y el sentido de ser mexicano, Wiseman señala: “México representa algo diferente para cada persona. Para mí, el libro no busca definir qué es ser mexicano, sino crear un espacio donde los lectores puedan hacerse esa pregunta: ¿qué es México para mí y cómo lo navego?”.

El fotógrafo mexicano con raíces extranjeras reconoce que sus cuestionamientos sobre la identidad son autorreferenciales, aunque espera que también inviten a otros a reflexionar sobre su propia relación con el país.

Mirando hacia el futuro, Adam adelanta que su próxima exploración de la “arquitectura libre” se enfocará en los interiores, tanto en un sentido literal como simbólico.

El libro incluye un epílogo escrito por la editora Sara Schulz

Acapulco y la tragedia con el huracán Otis

El libro llega en un momento especialmente difícil para Acapulco, tras la tragedia provocada por el huracán Otis, que afectó gravemente a toda la población, especialmente a quienes viven en el puerto. Aunque la obra fue finalizada antes de este desastre, su lanzamiento ahora adquiere un nuevo significado al recordar el Acapulco que fue y el que podría ser nuevamente en el futuro.

“Estoy convencido de que la recuperación de Acapulco sucederá, y este libro es una oportunidad para celebrar esa posibilidad, para recordar el pasado y proyectar el renacer que vendrá” reflexiona el autor.

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