Parte del elenco de Yo soy Betty, la fea se reunirá en la puesta en escena El diván rojo, del dramaturgo Fernando Gaytán, quien, además, también fue escritor de la telenovela colombiana que ha sido emitida en más de 180 países.
Para esta temporada rendirán homenaje a Gaytán, a tres años de su deceso, con el fin de preservar su memoria y trabajo. La gira comenzará en la Ciudad de México en el Teatro Centenario Coyoacán, para después continuar en otros estados como Monterrey, Puebla y Querétaro.
“Es la posibilidad de dejar un legado del maestro Gaytán, creo que cada texto y palabra que escribió debe repetirse y repetirse en toda Hispanoamérica. Es una labor titánica, en la cual hemos emprendido con emoción y gratitud; llegamos a la República Mexicana agradecidos y bendecidos”, platica la actriz y productora Natalia Ramírez a Reporte Índigo.
Por su parte, el actor Julio César Herrera, quien dará vida al psicólogo Luis Mario, comenta que es un compromiso que no podían dejar pendiente, porque la obra iba a iniciar una gira por gran parte de Latinoamérica durante el 2020.
¿De qué trata El diván rojo?
El diván rojo es una pieza teatral que aborda una terapia sexual en el consultorio de Luis Mario, al que asiste su paciente Carla Santamaría, interpretada por Lorna Cepeda. Ella se declara como una mujer obsesionada por los hombres y el sexo, pero busca redimirse y enamorarse de un solo hombre.
“En la pandemia a muchos se nos dispararon más los problemas con las esposas y esposos, novios, amantes, pasar meses sin saber cómo regar esa matica para que la relación floreciera. Creo que este tiempo ayudó con el hecho de romper mitos y hablar libremente sobre la sexualidad para estar tranquilos y felices, porque nos han metido mucha basura alrededor del tema y esta obra es parte de los esfuerzos para dar una mayor libertad”, relata el actor.
En el texto original, la obra abordaba las confesiones de un paciente y una sexóloga, por lo que para esta temporada con el cambio de roles, buscan que llegue un mensaje más profundo acorde a los tiempos actuales.
Además de hacer hincapié en todas las situaciones que las parejas vivieron durante la pandemia, como los problemas de comunicación y sexuales.
“Nos metieron muchas ideas como el pecado y la religión, las cuales no nos han permitido dialogar abiertamente sobre la sexualidad y eso juega un punto muy importante en la relación y en la convivencia. Poder hablarlos en una comedia romántica me parece muy interesantísimo.
“Siento que no está tan mal visto que el hombre sea mujeriego, al contrario, es como un plus, pero qué pasa cuando la mujer es hombreriega, ahí hay un problema gravísimo, es parte de los prejuicios, tabúes y la cultura machista, la cual tenemos que empezar a cambiar”, explica Natalia.
De acuerdo con Julio César, la preparación de sus personajes fue uno de los momentos más entretenidos, pues expresa que cualquier pareja ha pasado por algún punto de crisis. A manera de broma cuenta que le propuso a la actriz Lorna irse a vivir juntos por un par de meses para que saliera de manera más natural la puesta en escena.
“Uno aborda a los personajes de diferentes maneras, pero en el fondo siempre le regala cosas de sus demonios buenos y malos. Tengo una relación de pareja desde hace 27 años; Lorna está separada, pero con novio y Natalia está en su segundo matrimonio, son temas que están ahí y que todos los hemos vivido, pero no sabemos cómo abordarlo, ahí está el trabajo que se hizo con el director Víctor Quesada y eso es lo que la gente podrá disfrutar”, explica el histrión.
Ambos actores agradecen la oportunidad de formar parte de esta nueva temporada de El diván rojo, obra que les deja muchas enseñanzas a nivel profesional y personal.
Natalia indica que su mayor aprendizaje fue darse cuenta de que el amor, el respeto y la comunicación son las herramientas fundamentales en la convivencia y relación de pareja.
“Puede haber todos los problemas del mundo, pero si ustedes como pareja tienen claro el amor que le tienen a la otra persona, los problemas se van a solucionar fácilmente, si está el amor, respiren profundo y saldrán adelante”, comparte.
El éxito detrás de Yo soy Betty, la fea
A 23 años del estreno de Yo soy Betty la fea, la novela sigue dando de qué hablar gracias a las plataformas digitales. Natalia Ramírez, quien interpretó a Marcela Valencia, confiesa que nunca se imaginó el éxito que sigue cosechando la producción.
“Nunca me imaginé el boom de la telenovela; pensé que iba a ser muy buena o mala, afortunadamente, nos fue súper bien, pero no me la esperaba, es una sorpresa maravillosa que tantos años después siga funcionando una historia tan universal”, platica la actriz.
Ramírez destaca que más allá de las versiones que se realizaron por todo el mundo, se hicieron otras producciones con el mismo tema como Mi gorda bella. Por lo que considera que Yo soy Betty, la fea rompió con los esquemas establecidos en la televisión.
El actor Julio Ramírez comparte que se siente agradecido por todo el fenómeno que provocó la telenovela colombiana. Además de que gracias al éxito ya no hace filas para entrar a los estadios de fútbol.
“Afortunadamente fue algo muy grande y especial, como todas las producciones de Roberto Gómez Bolaños o Cantinflas que guardamos en el corazón. Es bonito sentir eso mismo con Yo soy Betty, la fea, más en estos momentos de la inmediatez que nos agobia, mata y no nos deja disfrutar, porque la gente quiere consumir y consumir y no tener alguito de pensamiento alrededor de lo que han visto”, puntualiza.
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