La conexión entre madre e hijo es única, de hecho está considerado el lazo más intrínseco que puede existir entre dos seres humanos. Ni siquiera el contacto sexual es tan íntimo como la unión a través del cordón umbilical durante el embarazo.
Pero eso no es todo, una reciente publicación en PLoS ONE demuestra los resultados de un estudio realizado por autores como William F. N. Chan, Cécile Gurnot y Katherine A. Guthrie, del Clinical Research Division, Fred Hutchinson Cancer Research Center, cuyos resultados señalan que ese vínculo no termina cuando la mujer da a luz, culminando el periodo de gestación.
Y es que durante los nueve meses la madre y el feto están unidos física y psicológicamente, ya que éste depende totalmente de la mamá.
Aunque al momento del nacimiento ambos se separan, de acuerdo a la investigación se han encontrado células masculinas dentro del cerebro de una mujer, hasta 10 años después del alumbramiento.
Es decir, que el ADN del feto y las células logran cruzar la barrera hematoencefálica (BBB, por sus siglas en inglés), razón por la que podrían haber células masculinas durante años en el cerebro de la madre.
Los científicos indican que eso se debe a que la unión entre ambos seres humanos no se rompe o afecta con el nacimiento y separación del cordón umbilical.
En el 63 por ciento de los casos, se encontraron células masculinas en el cerebro de la mujer, apunta la investigación.
Y en algunos casos permanecen durante años en el cerebro y se distribuyen en distintas regiones del mismo. Incluso en el estudio señalan el caso de una mujer de 94 años, la más grande de edad en la que se detectó la presencia de estas células.
Unión intrínseca
El estudio completo en PLoS ONE (en inglés)