El vampiro, Luis Zapata, ‘el escritor valiente’
Tras darse a conocer la muerte del autor guerrerense a sus 69 años de edad, especialistas en literatura rescatan lo que este literato significó para la industria, a la cual supo representar desde su narrativa con una de sus primeras novelas El vampiro de la Colonia Roma, libro que lo catapultó por su manejo del lenguaje
Fernanda MuñozCuando la literatura, la realidad y la fantasía se encuentran y provocan emociones en el lector, este puede reconocer que tiene entre sus manos a un buen escritor que lo sabe guiar entre diferentes mundos, alguien como Luis Zapata Quiroz (1951-2020).
Con 69 años de edad, este escritor guerrerense logró conquistar a diferentes públicos a través de sus historias, de anécdotas que pudo plasmar en sus novelas, cuentos, crónicas y guiones.
“Con dolor y cariño nos despedimos de Luis Zapata, pionero de la literatura LGBT+ en México. Creador de novelas experimentales y emotivas, será recordado por la genial El vampiro de la colonia Roma y la monumental En jirones. Mi pésame a sus familiares y amigos”, compartió Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, tras darse a conocer el fallecimiento del literato la noche del miércoles 4 de noviembre.
Para el maestro Manuel Javier Amaro Barriga, titular de la Editorial Parmenia de la Universidad La Salle, si bien Zapata Quiroz fue un escritor un poco posterior a los grandes literatos de la nueva narrativa hispanoamericana, se unió a ellos por su gran habilidad de narrativa, la cual no era del todo apreciada en sus inicios.
Con El vampiro de la colonia Roma, publicada en los años 70, Luis fue señalado entre la sociedad mexicana e internacional, pues ahí retrató a un joven, Adonis García, que dedicaba su vida la prostitución, manejando un leguaje muy coloquial y crudo para la época.
Bajo esa perspectiva, Angélica Guadalupe Arreola Medina, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, concuerda con que Luis fue un escritor valiente que sacó a la luz una novela crítica de la sociedad al poner en evidencia aquellas cuestiones que a veces aún se mantienen.
De El vampiro de la colonia Roma, la académica destaca de Zapata Quiroz su innovación con el lenguaje y la ortografía, pues el libro está redactado sin mayúsculas ni puntuaciones, pero con espacios que le permiten al lector hacer las pausas correspondientes.
“(Luis Zapata) fue reconocido sobre todo porque fue de los primeros en tocar el tema de la homosexualidad en su novela El vampiro de la colonia Roma, un libro que aunque tocaba un tema muy castigado, él consideraba muy pintorezco porque representaba a un personaje desenfadado y cínico que cuenta su propia historia”, remarca la maestra Angélica.
Por otra parte, el titular de la Editorial Parmenia rescata que entre el trabajo del escritor guerrerense también destacan otras novelas como La hermana secreta de Angélica María, actriz de la que Luis siempre fue seguidor, y su cuento Ese amor que hasta ayer nos quemaba, en el que expuso “un género que no le acomodaba, pero que sintetizó su estética narrativa”.
La despedida que merece Luis Zapata
Al anunciar la muerte del escritor Luis Zapata Quiroz, la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), declaró que cuando las condiciones sanitarias lo permitan, se realizará un homenaje póstumo al escritor guerrerense.
Al respecto, la investigadora Angélica Guadalupe Arreola Medina comparte que sin duda homenajearlo será una gran decisión, a la cual deberían invitar a escritores que estuvieron en contacto con él, como José Joaquín Blanco, con quien Zapata Quiroz colaboró para publicar el libro La generosidad de los extraños.
“Sería muy importante un homenaje porque, independientemente de que fue uno de los primeros en escribir sobre el tema de la homosexualidad, es también muy esencial por sus otras novelas”, dice Arreola Medina.
Por su parte, el maestro Manuel Javier Amaro Barriga considera que la mejor manera de recordar a Luis Zapata Quiroz, y a cualquier otro escritor, es leyendo sus obras, sus novelas, cuentos, crónicas y guiones.
“En México somos muy dados a no reconocer cuando un artista está en vida, pero aún desaparecido físicamente sigue presente en las librerías y en el gusto de los lectores en el país”, menciona.