El tiempo es oro… administrarlo también
Según Scott Belsky en The99Percent, cada día realizamos cinco tipos de trabajo. Todos y cada uno captan y consumen nuestra energía. Podrás estar o no de acuerdo con la clasificación, lo importante es el equilibrio entre nuestras actividades diarias y la energía destinadas a ellas.
María Alesandra PámanesSegún Scott Belsky en The99Percent, cada día realizamos cinco tipos de trabajo. Todos y cada uno captan y consumen nuestra energía. Podrás estar o no de acuerdo con la clasificación, lo importante es el equilibrio entre nuestras actividades diarias y la energía destinadas a ellas.
Óscar Wilde decía que “el trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer”, afirmación que ha cambiado con el famoso “multitasking” que reina nuestro actuar día a día. La fórmula para el equilibrio de actividades –y el trabajo que requieren– está en la administración del tiempo. Sin olvidar que la percepción de éste “depende del cristal (y cantidad de esfuerzo) del que se mira”.
Los diferentes tipos de trabajo que Belsky identifica son:
1) Trabajo de reacción
En plena era digital, en este delegamos la mayor parte de nuestro tiempo durante casi todo momento. Enfocamos nuestra atención para mandar mensajes de texto, correos electrónicos, posts en Facebook, tweets, etc. Por eso se llama de reacción, respondemos a estímulos o mensajes. Aunque es un trabajo que nos mantiene en contacto con personas y en constante producción, debemos tener mucho cuidado de no ser “devorados” por él.
2) Trabajo de planeación
Como su nombre lo dice, este tipo de trabajo destaca por el tiempo que tardamos en planear y calendarizar las cosas, dar prioridades y asignar –precisamente– tiempo a todas y cada una. Para poder alcanzar nuestras metas y ser eficiente durante el proceso, la clave está en la inversión del tiempo. La planeación ayuda a la organización, pero también puede despertar presión y estrés.
3) Trabajo de procedimiento
A diferencia de los dos anteriores, este tipo no tiene relación alguna a la estrategia. La mera administración y estar al pendiente de que todo se mantenga estable es lo que describe este tipo de trabajo. El pagar los impuestos o recordar el pago del recibo de la luz a fin de mes, es un ejemplo. No te aferres a un mismo patrón y mantente abierto para no caer en costumbre y perder el sentido de necesidad de recursos para administrar.
4) Trabajo de “inseguridad”
Este tipo de actividades está relacionado a lo que somos “testigo”, como la atención que ponemos cuando escuchamos nuestro nombre en una conversación, así como estar atento a lo que nos rodea. Al sentir “inseguridad”, inconscientemente estamos alerta de cualquier cosa que nos involucre. Este trabajo deja, sin darnos cuenta, a nuestra mente “dando vueltas”, tranquilízate y confía en quien te rodea.
5) Resolución de problemas
Tal como te imaginaste, la creatividad es de las más importantes si de trabajo se trata. En este tipo de actividades consumimos nuestra atención y enfoque total, la capacidad a tope de nuestro cerebro. De manera individual o en equipo, en este tipo nuestra energía se consume más rápido que la gasolina del coche. Seguramente recordarás que cuando estudiabas o hacías un trabajo en equipo, tenías hambre al terminarlo, esto se debe al consumo de energía, aquí predominan las acciones y decisiones conscientes.
Como te podrás dar cuenta, las formas de trabajo que tenemos intrínsecas pueden volver a nuestra vida monótona o rayar en los límites del estrés, pero nunca dejamos de estar comprometidos con realizarlo. Un ejemplo claro es cuando de estudiantes dejábamos la tarea para la noche, mientras procrastinábamos durante todo el día, teníamos el pendiente de hacerla, sentíamos el compromiso y la presión, pero no la necesidad.
La falta de administración del tiempo atenta contra el sentido de necesidad y se lleva en el intento al compromiso y responsabilidad. Administra tu tiempo y el trabajo (incluyendo o no el desglose de cada tipo) que realizas todos los días, te brindará satisfacción y te garantizará éxito y resultados en tu beneficio personal y profesional.
Belsky recomienda que al realizar cada uno, tomemos en cuenta qué tipo es, para valorar si está siendo útil y productivo, o no.