El teatro, un atractivo turístico para Alan Estrada

Sam es un actor en ascenso y en lo que sus sueños se logran trabaja atendiendo el teléfono de reservaciones del “restaurante fifí”, Le Mexique, de la Ciudad de México. Aunque para él no es una fortuna, ya que tiene que atender a los más de 40 comensales que llaman con un solo objetivo, conseguir una mesa, y para ello usarán todas sus influencias para impresionarlo o torturarlo, de ser necesario.

A este actor, con el corazón roto, quebrado económicamente, con un padre chantajista y en espera de la audición que le cambie su vida, lo interpreta en la puesta en escena, Agotados, Alan Estrada, quien después de cinco años regresó a los escenarios para darle vida a esta comedia en el Teatro Aldama.

Estrada tiene la difícil tarea de hacer cada noche en escena a más de 40 personajes, desde asistentes personales y secretarias, hasta señoras de las Lomas que dicen “fuimos a Chiapas, precioso, unas cascadas, unos lagos, unos bosques, mucho pobre, eso sí, pero precioso”.

“Buen día, reservaciones, me permite un minuto” y “muchísimas gracias por su amable espera”, son frases que Sam repite cada que suena el teléfono del restaurante visitado por estrellas como Diana Bracho, Martha Debayle y Adela Micha.

Proyectos como Agotados son muestra de la calidad del teatro que se hace en el país, específicamente en la Ciudad de México, zona que se ha caracterizado por contar con una cartelera teatral de lunes a lunes con precios, muchas veces, accesibles, por lo que Estrada considera que es un atractivo turístico que se podría explotar más.

“Hay mucha gente que viaja a ver teatro, nos gustaría que fuera más y que realmente se asocie a la Ciudad de México con la cartelera teatral, porque tenemos una de la mejores del mundo, eso es indiscutible; además, de una variedad de calidades y de precios, no conozco una ciudad del mundo donde haya obras de teatro que cuesten menos que un frappuccino”, considera el también vlogger de Alan x el mundo.

Para él es una cuestión de educación y de cultura, la gente tiene que acostumbrarse a ir al teatro y soltar un poco la idea de quedarse en casa a ver Netflix, pero para eso es importante que descubran la magia del espectáculo en vivo y que entiendan que eso no se puede bajar de Internet.

“Ojalá si nos convirtamos más y más, es curioso que una ciudad como la de México no tenga un distrito teatral, como Buenos Aires o Madrid, es un trabajo junto con el gobierno. Por ejemplo, podríamos hacer un corredor teatral en lo que es la Roma, la Juárez y la San Rafael, donde hay muchos teatros y fomentar la vida nocturno en estos lugares, para que la gente además de ir al teatro vaya a comer y a comprar; ese sería mi sueño”, comparte Estrada.

LA REALIDAD DE ALGUNOS INTERPRETADA POR ALAN ESTRADA

Para Alan Estrada, la situación que vive Sam, al ser un actor desempleado que tiene que conseguir otro trabajo para poder vivir es una realidad más de los intérpretes en Estados Unidos, país de origen de la obra, que de los de México.

“Este es un país muy generoso, yo al año que llegué aquí empecé a trabajar como actor, nunca tuve que hacer otra cosa para poder subsistir como actor, pero entiendo esa realidad, porque tengo amigos que les ha pasado. También hay momentos en los que no te va tan bien, en los que tienes mucha chamba y luego baja el trabajo, entonces, hay que aprender a administrarse para vivir esa montaña rusa”, afirma Alan.

Lo increíble de Agotados, platica Estrada, es que mucha gente se siente identificada, no necesariamente porque tiene un trabajo frustrante, sino porque a veces renuncia a sus sueños por tener lo que les dijeron que era “una vida normal”.

“Hay mucha gente que a lo mejor quería ser músico y trabaja en otra cosa o a la mejor quería ser químico y está en un banco. La obra es una invitación a decir ‘nunca es tarde’, busca tus sueños, porque la vida no se trata de aguantar, sino de gozar”, opina el actor.

Como actor, al finalizar el montaje, Alan Estrada queda agotado, muy cansado, pero satisfecho, porque nunca había hecho un monólogo como este, así que disfruta mucho de la experiencia.

“El teatro es un viaje que generalmente lo tomas con tus compañeros, es un mirarte a los ojos, es un escuchar y responder, acá no hay nadie más que tú y el público juega un papel súper importante, la reacción que tienen ellos es la que va marcando el ritmo y cómo podemos contar la historia; entonces, es un baile entre el público y yo”, asegura.

Agotados se presenta en una nueva corta temporada, a partir del 28 de mayo, en el Teatro Aldama.

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