El surrealismo de la muerte. Luis Buñuel llega a la Universidad del Claustro de Sor Juana

El Día de Muertos es una celebración de los que ya no están, un recordatorio de que la vida es finita pero las huellas que se dejan en ella pueden extender su presencia con la memoria. 

Entre las tradiciones que caracterizan esta fiesta, el altar de muertos es una de las principales, en él se representa la importancia que los que fallecieron aún imponen entre los vivos, con muchas reglas tradicionales y abandono de la ortodoxia estos altares se consolidan como ofrendas a la vida y obra de a quienes van dedicados. 

Este año la Universidad del Claustro de Sor Juana presenta un altar que busca celebrar la vida de uno de los cineastas más recordados del cine nacional e internacional, el surrealista por excelencia, Luis Buñuel.

Cuatro décadas han pasado desde que Buñuel partió de este mundo y en recuerdo de las inmensas contribuciones que hizo al cine internacional la Universidad del Claustro de Sor Juana dedica esta exposición en la que combina elementos del tradicional Día de Muertos con la iconografía del cineasta aragonés naturalizado mexicano.

Con una ambientación lúdica los visitantes de la exposición, que está disponible gratuitamente de lunes a viernes de 10:00 a 17:00 y de 10:00 a 14:00 los días sábado, podrán explorar el imaginario surgido de la mente de Buñuel a través de sus películas más significativas producidas en México y Francia

La cabeza de la institución, Carmen López Portillo, recordó que en años pasados anteriores el Claustro ha hecho altares en los que permitían que un artista plástico hiciera una interpretación artística de la muerte a través de lo que México les ha ofrecido, incluso de las vivencias dolorosas como en 2022 que la ofrenda estuvo dedicada a las víctimas de feminicidios, sin embargo este año regresaron a la tradición de la Universidad al dedicarla al cineasta.

Al entrar al recinto lo primero que se observa es el tamaño de la instalación, decenas de esqueletos de cartón, todos construidos por los estudiantes de la Universidad, caracterizan una de las escenas más representativas de la cinta de 1961 Viridiana. 

La pieza central, con todos los elementos de una ofrenda tradicional, pero intervenida por las imágenes de Buñuel, es supervisada a lo lejos por la figura del director mismo, rodando la escena desde la muerte también convertido en un esqueleto.

La recreación es un altar dedicado a una escena representativa de las películas que elevaron el nombre del español a lo más alto de la cinematografía mundial, lugar que todavía ocupa. 

A los costados de la pieza central se encuentran escenas de Los olvidados, aquella película que tantos problemas le trajo al director por atreverse a presentar un México contrario al idilio del que se hablaba en otras cintas, Nazarín, película que le valdría el Premio Internacional en el Festival Internacional de Cine de Cannes, El ángel exterminador y su desquiciante cena, y El Discreto encanto de la burguesía, cinta rodada en Francia que le valió un Premio Oscar a la Mejor Película Extranjera.

En la inauguración del altar la rectora de la Institución recordó que esta ofrenda es ya una tradición para ellos y que con ella permiten que la memoria de la décima musa interactúe con figuras que han dejado huella en la vida pública nacional.

“Durante más de 40 años iniciamos en este Claustro la tradición de la construcción de los altares monumentales. Lo iniciamos con un primer diseño de David Antón inspirado en el primer sueño de Sor Juana, y a lo largo del tiempo hemos ido inspirando y variando este altar de manera que Sor Juana pudiera dialogar con distintas formas de vivir la vida, desde la música, el arte, la proporción áurea, el vínculo con el cosmos, con la palabra con la memoria, y el vínculo de Sor Juana con personajes que han marcado, sin duda, la vida de este país”, señaló la rectora del Claustro, Carmen López Portillo.