El sonido como símbolo de poder, un espacio de discusión en la UNAM

En el último año, la Facultad de Música de la UNAM ha estudiado el impacto del sonido en las diversas esferas políticas y sociales de la humanidad
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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El sonido atraviesa muchos ámbitos de la vida cotidiana, no solamente musicales, sino que abarca a todas las esferas públicas como sociedad.

Por esa razón, un grupo de estudiantes y profesores de la Facultad de Música de la UNAM generaron un espacio de discusión en torno a la importancia de la sonoridad, de este taller que duró un año surgió una publicación titulada Sonido, escucha y poder.

“En el libro hay artículos que abordan temas musicales, pero también donde el sonido no necesariamente está dentro de un código o práctica cultural. Y de ahí su título, porque en las discusiones con las y los autores, nos dimos cuenta de que el sonido surge de una voluntad colectiva que atraviesa distintos tipos de poder”, cuenta Jorge David García, coordinador del tomo junto con Lizette Alegre González.

Sonido, escucha y poder está conformado por nueve artículos, mismos que fueron escritos en un laboratorio de redacción colectiva.

Cada uno responde a una investigación distinta, pues las personas que los escribieron son de diferentes áreas de estudio, como etnomusicología, interpretación musical e investigación musicológica.

“Hablamos de la escucha como un espacio de inclusión radical para alzar la voz. Nos interesaba que fuera un libro con perspectivas, hasta cierto punto, especializadas que permitieran compartir investigaciones sobre temas diversos, pero sin que por ello deje de haber una interacción y comunicación con un público general y plantear una reflexión”
Jorge David GarcíaCoordinador

De acuerdo con  García, el sonido atraviesa las esferas de la vida en muchos niveles, desde el microbús, un automóvil, la calle, cuando se habla con la gente y en los conciertos, es decir, la escucha atraviesa ámbitos como el género y lo político.

“Un artículo analiza que el ámbito de la música sigue centrado en los hombres como figuras del poder; también en el humor y cómo en los memes se están transmitiendo montón de sistemas de valor y de poder, hasta en los espacios educativos. Hay un tema sobre la audiofilia y cómo al escuchar nos relacionamos de maneras distintas respecto  a la calidad del sonido que escuchemos”, profundiza.

Cada texto tiene una problemática distinta, como el de Flor Méndez y la relación del sonido y el vínculo con los ancestros, hasta la transformación de las lenguas y su exclusión ontológica y fonética.

“Es una aventura intelectual y estética, una apuesta social sobre qué implica pensar en colectivo. Si bien es un libro que incluye artículos, no fueron hechos en un compendio, recopilados de fuentes o por una convocatoria.

“Una propuesta integral para reflexionar sobre qué hay más allá de lo que escuchamos en primer plano, de los sonidos que se nos imponen todo el tiempo en los medios de comunicación, escuelas de música, fiestas sociales, Internet y qué efectos políticos tiene escuchar lo que queda detrás”, finaliza.

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