El sembrador estará en línea en el FICM
Este largometraje documental cuenta la historia de Bartolomé, un maestro que imparte educación humanista en una escuela rural multigrado y bilingüe en Chiapas. Como parte de la programación en línea del FICM, puedes verlo hasta el 31 de mayo
Luz Rangel“Yo tengo seis hijos y en cinco meses que ha venido usted, tres ya saben lee ¿Con qué le pago?”, frente a la cámara, recuerda el profesor Bartolomé Vázquez López lo que le dijo un padre de familia. Él es el protagonista de El sembrador, un largometraje documental de 2018 realizado por Melissa Elizondo. Desde el 18 de mayo y hasta el 31, es parte de la programación en línea del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
En entrevista, la cineasta revela que este audiovisual surgió de dos inquietudes: ir contracorriente del discurso de desprestigio de los maestros, principalmente rurales, y mostrar la educación humanista que muchos de ellos ofrecen.
“Quería acercar a las personas de una manera profunda e íntima a lo que es la labor de un maestro rural y, sobre todo, el vínculo que teje con las niñas y los niños de la comunidad, generar empatía y sensibilidad. El otro camino fue hablar de la educación humanista porque, desgraciadamente, creo que muchos hemos recibido una impositiva, que premia más la obediencia”, menciona.
Era 2014 y Elizondo se acercó a los maestros y maestras de los estados, sobre todo de Oaxaca y Chiapas, que instalaron un plantón en la Ciudad de México para protestar por la Reforma Educativa.
“Buscaba una comunidad que que me abriera las puertas de su escuela. Uno tiene que encontrar muchísimas cuestiones para que se pueda llevar a cabo la película que tiene en mente”, asegura.
Un maestro la contactó con su hermana, una asesora técnica pedagógica, quien, a su vez, le presentó a Bartolomé. Lo conoció el 1 de mayo de ese año y ese mismo día se instaló en la comunidad Monte de los Olivos, en el municipio Venustiano Carranza del estado de Chiapas para comenzar a grabar.
“Cuando lo escuché hablar dije ‘es él’. No solamente por cómo ve la educación, sino que además de su filosofía educativa y de vida, creo que es un gran ser humano. Posteriormente, le dije ‘¿cree que hoy mismo podamos ir a su comunidad?’. Era Día del Trabajo, no se labora, no hay clases, pero para mí era muy importante que hubiera una congruencia con lo que él hablaba y su escuela”, narra.
Bartolomé es un sembrador de conocimiento; la tierra que trabaja es la más fértil: la mente. Sin embargo, Melissa ya había decidido el título del proyecto desde antes de conocerlo.
“El nombre de El sembrador yo se lo había puesto desde que empecé a querer hacer la película. Es muy raro porque a veces esto se decide hasta el final y, en mi caso, tuve muy claro cómo quería que se llamara. Fue porque uno de los maestros que conocí en Oaxaca desgraciadamente falleció. Él había dicho que quería volver a regresar a trabajar la tierra y ya no pudo ver la última cosecha que sembró”, cuenta.
La educación humanista de Bartolomé
Las clases de los estudiantes de la Escuela Primaria Federal Mariano Escobedo ocurren no sólo al interior de un salón de cuatro paredes.
Los infantes ven el cielo sobre las montañas chiapanecas; tratan de encontrar formas en las nubes con su profesor Bartolomé Vázquez López. También cosechan en un sembradío, preparan tortillas de masa en el patio, nadan en el río, juegan en las canchas con coches elaborados por ellos mismos; cuentan historias y tocan música en las aulas. Así transcurren los 85 minutos que dura este largometraje.
El plantel es multigrado, son un grupo de 40 menores de edad. Vázquez López le pide a los más grandes colaboren con los más chicos, pues para él, el mejor maestro de un niño es otro niño. También es un centro educativo bilingüe: Bartolomé habla tzotzil, pero aprendió tzeltal para comunicarse con sus alumnos en su propia lengua y no sólo en español.
Él está convencido de que la educación es una herramienta para sobrevivir. En el documental menciona que los alumnos requieren no sólo información, sino formación. Esa fue una de las razones por las que Melissa Elizondo le dedicó este documental a Bartolomé y a quienes hacen de la enseñanza un acto de amor.
“Los valores se aprenden haciéndolos. Es importante que las personas tengan una riqueza espiritual para que esos saberes los utilicen para ayudar al otro”, menciona la directora de cine, citando al profesor rural.
¿Cómo sembrar en la educación y el cine?
Antes de los créditos, en la pantalla aparece el correo [email protected] para que la gente pueda colaborar con la educación de los estudiantes o con las necesidades de la primaria Mariano Escobedo.
“El maestro tiene una cuenta para que se puedan transferir las donaciones. Si tú deseas apoyar a un niño o una niña, el profesor Bartolomé se compromete a mandarte sus boletas, fotografías y que tengas contacto para que sepas de su propia voz cómo aprovecha el apoyo que le estás brindando. Es también para los que quieren continuar, que van en la telesecundaria o para la escuela. El apoyo puede darse de distintas maneras”, detalla Melissa Elizondo.
La directora y guionista de El sembrador también pide apoyo para el cine mexicano, pues que este largometraje documental se estrene en salas de cine ha sido complicado.
“Dicen que lo que más se necesita para una película, y creo que es cierto, es resistencia. Nosotros hemos luchado mucho para encontrarle a esta película distribución. Me pareció una iniciativa muy bella de parte del Festival Internacional de Cine de Morelia acercar los materiales. Pero invitamos a las personas a que cuando esté en salas acudan y apoyen al cine mexicano, hay muchísimo que está en espera para que llegue a los espectadores”, invita.
Aquí puedes ver el largometraje documental: https://moreliafilmfest.com/ficm-presenta-en-linea-el-sembrador-melissa-elizondo/