El resurgimiento de los partos en casa
La preferencia de las mujeres embarazadas por los partos en casa aumentó en los últimos dos meses, debido a la saturación y el riesgo de contagio que presentan algunos hospitales del país. Esta opción además de brindarles más confianza y seguridad, podría ser una opción viable para quienes no cuentan con seguro médico o dinero suficiente para asistir a una clínica privada
Viviana BranEn medio de la pandemia por Covid-19, la partería tradicional mexicana resurge con fuerza. La preferencia que en los hospitales se les da a los pacientes con síntomas de coronavirus, las alertas de contagio, la falta de habitaciones o de personal médico, trajo como consecuencia que algunas mujeres optaran por buscar a matronas que les ayuden en su labor de parto.
Los orígenes de la partería son tan antiguos como la humanidad. Distintas culturas conservan una serie de conocimientos ancestrales vinculados al embarazo, para algunas comunidades indígenas del país esta labor se mantiene como sagrada, pues tiene gran significado a nivel ritual y social, ya que el nacimiento de un nuevo individuo es un acontecimiento que además de involucrar a toda la comunidad se relaciona con el acto creativo de la naturaleza.
En la actualidad, el 96 por ciento de los partos en México se atienden en hospitales de segundo nivel, el resto en casa con la supervisión de una partera, de acuerdo con la información del estudio.
Fortalecer la partería: Una deuda pendiente con las mujeres de México, publicado por la Fundación MacArthur.
Hanna Borboleta, partera y directora clínica de Luna Maya Ciudad de México, asegura que en los últimos dos meses, se ha incrementado el número de mujeres embarazadas que llaman para pedir atención de una partera, esto debido a que la emergencia sanitaria por coronavirus pudo despertar en ellas el temor por acudir a un hospital.
Hoy día, es común que la mayoría de las personas relacionen la palabra partería con una mujer que ayuda a otra a dar a luz, sin embargo, esta labor no se enfoca solo en eso, como profesionales de la salud de primer nivel, una partera está capacitada para atender problemas relacionados a la salud sexual y reproductiva, como pueden ser miomas, infecciones de transmisión sexual o en las vías urinarias, también están certificadas para dar tratamiento de anticonceptivos o realizar estudio de papanicolau.
Te puede interesar: Mexicanas tienen mayor riesgo de padecer diabetes en el embarazo
Proteger la vida
A pesar de los avances médicos, la mortalidad materna es alta. Cada día mueren en todo el mundo más de 800 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo, es por eso que la OMS en los últimos años ha mostrado interés en fomentar y fortalecer los servicios de partería, con la intención de reducir la tasa de mortandad tanto de madres como recién nacidos.
El organismo internacional de salud más importante a nivel global ha determinado que las parteras ayudarían a evitar dos tercios de las muertes maternas totales, pero solo 4 de 73 países cuentan con personal de partería capaz de satisfacer la necesidad universal de las 46 intervenciones esenciales en materia de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal.
Respecto a lo anterior, Hanna Borboleta asegura que uno de los mayores desafíos de la partería en México y el mundo es el miedo histórico que hay en torno al alumbramiento en casa.
“A pesar de nuestra experiencia nos hemos percatado que existe un alto grado de discriminación hacia nosotras en los hospitales, porque cuando nuestras pacientes están en la sala de urgencia y el personal se da cuenta que una partera las refirió, no las atienden o las dejan esperando. Además, siempre batallamos con el problema de los certificados de nacimiento”, argumenta la partera.
Amor ante todo
Con cuatro meses de embarazo, Jazel Gallardo Sabugal ya está pensando en donde dará a luz. Para ella la opción de acudir a un hospital no es viable, ya que no cuenta con seguro médico y en una clínica privada la atención de su parto está por encima de lo que puede costear.
Es por eso que hace unos días decidió contactar con una partera. Al indagar y profundizar en esta labor se percató de que esta podría ser la mejor opción para ella y su bebé en tiempos de Covid-19.
“Además de que es más económico ir con una partera, opté por ellas porque te brindan una atención materna de calidad. No solo te acompañan justo en el día del parto, sino que te dan seguimiento desde meses antes, te preguntan cómo te sientes y te van haciendo recomendaciones para que el bebé llegue sano. Me gusta mucho la idea de que pueda dar a luz en casa, porque me sentiría segura y en confianza”, expresa Jazel.
De acuerdo con un reporte publicado por la Fundación MacArthur, la demanda excesiva de servicios relacionados a la labor de parto, ha desencadenado situaciones de maltrato a la mujer y su recién nacido, incluso casos de violencia obstétrica.
La saturación y presión bajo la que trabajan algunos médicos también los ha orillado a ejercer prácticas no basadas en la evidencia y a la excesiva medicación en el parto. Actualmente, México ocupa el cuarto lugar en el mundo y el segundo en América Latina en tasa de cesáreas, con un incremento de casi el 50 por ciento en los últimos 15 años.
Para Hanna Borboleta, directora clínica de Luna Maya el hecho de que una mujer tenga a su bebé en casa es sinónimo de respeto hacia las decisiones que tienen sobre su cuerpo y lo que ocurrirá en su parto.