El reflejo oculto

Cuando amaneció el primero de enero de 1994, en México nadie esperaría que algo distinto y peculiar sacudiría a la nación.

“Llamamos a todos y a todas a no soñar, sino a algo más simple y definitivo: los llamamos a despertar”, pronunciaría el ícono del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Subcomandante Marcos, un lustro después de que iniciara la lucha armada en la Selva Lacandona.

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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Cuando amaneció el primero de enero de 1994, en México nadie esperaría que algo distinto y peculiar sacudiría a la nación.

“Llamamos a todos y a todas a no soñar, sino a algo más simple y definitivo: los llamamos a despertar”, pronunciaría el ícono del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Subcomandante Marcos, un lustro después de que iniciara la lucha armada en la Selva Lacandona.

Los conflictos armados en México son parte de la historia en la que se ha tejido este país. Desde la Independencia en 1810, la Revolución un siglo después y actualmente las disputas entre los capos del narco y los autodefensas que buscan la paz en sus territorios ocupados por el crimen organizado.

Esta realidad guerrillera se ha nutrido también el centro y sur de América Latina con el paso de los años, siendo Colombia uno de los países más afectados en los conflictos paramilitares, sobretodo a mitad de la década de 1990.

“Yo creo que los mexicanos, sienten como los antioqueños y los colombianos, un apego especial por su tierra, siento que ellos también la quieren defender de la violencia, de los narcos, de los abusos estatales, de la especie de guerra civil que se establece”, es la opinión del escritor y periodista Héctor Abad Faciolince, quien en entrevista para Reporte Indigo habla sobre su novela “La Oculta, cuya trama abarca en parte los problemas de inseguridad que vivió Colombia en el conflicto armado clandestino.

Encuentros paralelos

De sangre ligera, barba de días y facha despreocupada, Héctor Abad Faciolince platica en la entrevista fuera de los estándares académicos periodísticos. 

Abad habla del libro mientras recorría los pasillos del grupo editorial Penguin Random House, quien a través de Alfaguara publicó “La Oculta”.

El libro narra las vidas en paralelo de tres hermanos: Pilar, Eva y Antonio, todos atados por su pasado a la finca “La Oculta”, la cual ha estado durante generaciones en poder de su familia, los Ángel.

Antonio se encuentra residiendo en Nueva York, por lo que está alejado del día a día de aquella hacienda, Eva ha tomado aversión a “La Oculta” desde que “Los músicos” –un grupo de mafiosos– estuvo a punto de asesinarla, por lo que evita pisar esa tierra. 

Mientras que Pilar, la hermana mayor, es la única atrincherada en la casa que han heredado generación tras generación, desde que sus antepasados se hicieron de ella al llegar a Colombia.

“Aquí con ‘La Oculta’ yo quise trasladarme otra vez al campo, como si fuera un poco anticuado, pero es un campo distinto de las novelas rurales de principio del siglo 20, o de las novelas indigenistas”, exhorta Abad Faciolince mientras camina con pausa en el edificio de Polanco.

Escenarios en común

México resulta expuesto ante las similitudes que el autor narra en una Colombia que fue cimbrada por el narcotráfico. “Es ese campo que en México conocen, el campo de los pueblos, de la pura ruralidad también, amenazado por violencia del narco, paramilitares estatales, en el caso de Colombia también guerrilleras”, dice.

Dentro de la trama, Eva lleva el eje central en el arco de tensión dramático, pues ella narra en primera persona cómo es que estuvo a punto de ser asesinada por un grupo del crimen organizado que tenía controlada la zona, ni siquiera los cuerpos militares tenían injerencia, mejor dicho, estaban pactados con “Los músicos”.

El arraigo hacia la propiedad es la moraleja incesante que Abad Faciolince busca dejar en su texto, ya que en las narraciones de Antonio, se sumerge en el pasado de la familia Ángel, remontándose inclusive hasta antes de que fueran dueños de “La Oculta”.

“Eso es la finca, pero también Colombia para mi y eso sería México para ustedes creo yo. El sitio donde uno nació, el sitio que uno tiene que tratar de hacer más digno o menos indigno y que a pesar de todas las amenazas, de los muertos de la violencia, uno lucha por mantener y por hacer mejor”, expresa el autor.

Abad Faciolince encuentra la universalidad en sus personajes, pero sobretodo en su historia al reflejar un tema común en la realidad contemporánea: Los apellidos, el legado familiar, el sentido de pertenencia a un lugar va muriendo para la sociedad actual.

De la autenticidad a la ficción

El escritor descarta ser regionalista o un nacionalista, tampoco siente vergüenza por sus raíces u orgullo alguno. “Es lo que es, y me parece bien”, defiende Abad Faciolince al cuestionarle si es que ha trasvasado gran parte de su realidad a la ficción en “La Oculta”.

“Yo creo que uno escribe de lo que conoce, de lo que ha probado (…) uno habla de lo que conoce bien, y lo transforma en novela (…), lo he trasvasado ¡todo! Mis lecturas, las historias familiares, lo que me contaron y la experiencia personal (…)así como me interesa la poesía de la autenticidad, me interesa la novela de la autenticidad y eso intenté hacer”, argumenta el colombiano.

“A mi por ejemplo me tocó rescatar un ahogado en el lago de ‘La Oculta’, ese lago existe y la historia de ese ahogado es verídica”, cuenta.

Reviviendo ‘La Oculta’

El periodista hizo una exhaustiva labor de investigación para escribir su novela, después de haber publicado su anterior libro, “El olvido que seremos”, el cual cuenta los sucesos de vida y el asesinato de su padre Héctor Abad Gómez, luchador de los derechos humanos en su natal Colombia.

“Tuve muchas dificultades en escribir otra novela, es más llegué a pensar que no iba a volver a escribir novelas”, se sincera Abad Faciolince. 

Mientras el escritor se encontraba dando cátedra en la Frie Universität de Berlín empezó a idear otro libro que, a la vieja usanza, llevaba a puño y letra en una libreta. “Iba en la bicicleta se me cayó el cuaderno, se me perdió y en medio de la desesperación pensé ‘lo único que puedo hacer es retomar esa novela que había dejado ‘La Oculta’”, dice el autor.

Abad Faciolince recibió el aliento de colegas escritores como Javier Cercas, Leila Guerriero, Mario Vargas Llosa entre otros para seguir adelante. 

Resumió la novela, la pasó en limpio, cambió el punto de vista del narrador dividiéndolo entre los tres hermanos y así le pareció que su historia al fin podría salir a la luz.

El camino de las letras

“La Oculta” se encuentra disponible en formato digital e impreso desde mayo 2015 en México, se publicó originalmente en noviembre del 2014, en Colombia.

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