El quinto integr@nte
En febrero del año pasado, tras la salida de la chelista Alexandra Lawn de la agrupación, la banda de Nueva York se propuso a grabar su nuevo disco en el que la Web se convirtió en inspiración para las letras y los sonidos de la banda.
“Beta Love” es un disco de amor para quienes viven conectados 24 horas al día.
Para prueba solo hay que escuchar “That Much”, una canción en la que el final del solo de guitarra de Milo Bonacci se distorsiona hasta convertirse en el sonido de un módem noventero.
Esteban Castro
En febrero del año pasado, tras la salida de la chelista Alexandra Lawn de la agrupación, la banda de Nueva York se propuso a grabar su nuevo disco en el que la Web se convirtió en inspiración para las letras y los sonidos de la banda.
“Beta Love” es un disco de amor para quienes viven conectados 24 horas al día.
Para prueba solo hay que escuchar “That Much”, una canción en la que el final del solo de guitarra de Milo Bonacci se distorsiona hasta convertirse en el sonido de un módem noventero.
Tanto en la canción que da título al disco como en “Binary Mind”, Wes Miles canta futuristas letras que contraponen los vertiginosos avances tecnológicos con una necesidad de establecer relaciones afectivas que no muestran signos de querer evolucionar. El hecho de que lo haga sobre exaltados beats electrónicos mantiene a las canciones más divertidas que reflexivas.
Los sonidos de cuerdas que siempre han caracterizado a la banda y que fueron uno de los grandes placeres de “The Orchard”, su anterior álbum, han tomado una posición secundaria a bleeps electrónicos, voces distorsionadas y un mayor uso de sintetizadores.
No es Kratfwerk, pero es lo más cerca a lo que puede llegar una banda que todavía mantiene a una violinista entre su alineación.
Ra Ra Riot: “Beta Love”
[Barsku; 2013]
120 pesos en iTunes