El Perro del Mar: Melancolía con ritmo
Parece que la cantante sueca Sarah Assbring nos jugó una buena broma con “Pale Fire”, su quinto álbum bajo el nombre El Perro del Mar.
Luego de una discografía repleta de canciones como para escucharse en una noche desolada, basada en guitarras acústicas y arreglos minimalistas que nos situaban en un escenario de ansiedad, El Perro del Mar ahora hace uso de ritmos más “alegres” –aunque sombríos, en el fondo– propios de la era del sintetizador.
Juan Antonio Zertuche
Parece que la cantante sueca Sarah Assbring nos jugó una buena broma con “Pale Fire”, su quinto álbum bajo el nombre El Perro del Mar.
Luego de una discografía repleta de canciones como para escucharse en una noche desolada, basada en guitarras acústicas y arreglos minimalistas que nos situaban en un escenario de ansiedad, El Perro del Mar ahora hace uso de ritmos más “alegres” –aunque sombríos, en el fondo– propios de la era del sintetizador.
El truco está en su voz. La melancolía y la tristeza siguen estando presentes en la letra y su tono de voz, pero Assbring las disfraza con ritmos que hasta podrían ser bailables. Talento que los escandinavos parecen dominar a la perfección: ahí está Röyksopp, The Knife, Erlend Øye o Lykke Li.
Para los que hemos seguido su carrera, un momento clásico de El Perro del Mar lo encontramos en la letra de “Walk on by”, en donde Assbring comienza con la lapidaria frase: “La soledad es mi mejor amigo”, pero a diferencia de años anteriores, la letra está aderezada de un ritmo semihouse noventero que le da un toque macabro.
La máquina del tiempo no para ahí y de hecho se va un poco más atrás con la pesimista “To The Beat Of A Dying World”, en donde El Perro del Mar se deja ir por el beat de un mundo que está muriendo… un beat que por cierto comienza como si se tratara de un oscuro track de Soft Cell.
Sarah Assbring a veces podría sonar como Tracey Thorn, la ex vocalista del grupo Everything But The Girl, pero lo cierto es que a lo largo de su carrera ha podido construir un estilo propio: una fría voz desde Escandinavia.