El peor mes de Apple
Apple no encuentra dónde esconderse. El último ataque a la compañía se conoce como “bendgate”, y gira alrededor del hecho de que el iPhone 6 Plus tiene una alarmante tendencia a doblarse cuando se le deja en el bolsillo de un pantalón apretado. Así que cientos de personas pasaron de la emoción de ser uno de los primeros en el mundo en probar el esperado smartphone a tuitear furiosos ¬–o resignados– sobre la nueva forma de su dispositivo.
Ana Paulina ValenciaApple no encuentra dónde esconderse. El último ataque a la compañía se conoce como “bendgate”, y gira alrededor del hecho de que el iPhone 6 Plus tiene una alarmante tendencia a doblarse cuando se le deja en el bolsillo de un pantalón apretado. Así que cientos de personas pasaron de la emoción de ser uno de los primeros en el mundo en probar el esperado smartphone a tuitear furiosos ¬–o resignados– sobre la nueva forma de su dispositivo.
Esta semana también se vieron obligados a retirar iOS 8 de la AppStore, pues según los usuarios estaba plagado de bugs que interferían con el uso de sus dispositivos, como la interrupción de la conectividad Wi-Fi y problemas con la detección de huellas digitales.
Despiértenlos cuando septiembre termine
Pero los errores de la empresa, que deben tener a Tim Cook temblando, comenzaron el 31 de agosto, con la filtración masiva de fotografías personales de celebridades desde Jennifer Lawrence hasta la futbolista Hope Solo.
La culpa, se decía, era de una falla en la seguridad de iCloud, que permitía que se obtuvieran contraseñas usando “ataques de fuerza bruta”, probando passwords distintas hasta dar con la correcta.
Este jueves, un investigador de seguridad reveló que descubrió esta debilidad en marzo, e informó a la compañía del problema. Sin embargo, Apple no hizo nada al respecto hasta hace un par de semanas, después de que la vulnerabilidad fuera revelada al público.
¿La respuesta de la empresa al investigador, en el momento del aviso? “Usando la información que nos das, parece que llevaría mucho tiempo obtener un token de autenticación para una cuenta”. Seguramente las mujeres víctimas de las filtraciones no creen que esto fuera un problema pequeño.
Después del esperado Keynote del 9 de septiembre –en el que se presentaron el iPhone 6 y 6 Plus, además de Apple Pay y Apple Watch–, parecía que la compañía se podría reivindicar del tropiezo. Pero varias de las noticias que dieron ese día tuvieron efectos no deseados cuando entraron en acción.
Primero, la catástrofe del lanzamiento del material más reciente de U2 a todos los usuarios de dispositivos Apple. El hecho de que la música se descargara automáticamente fue una sorpresa poco bienvenida, y la compañía tuvo que crear una aplicación para que los inconformes la eliminaran de su librería musical.
Para los amantes de los productos de Apple, la descarga “obligatoria” fue una intrusión de la compañía, que los hizo temer por la disponibilidad de espacio en sus dispositivos.
Este fin de semana, pareció que Apple daba un paso adelante, con el anuncio de que iOS 8 encriptaba el contenido de iMessages y Facetime, y la reiteración de su compromiso con los usuarios de no dar sus datos al gobierno.
Pero este momento de optimismo cayó pronto en el olvido, cuando los usuarios de iPhone 6 Plus comenzaron a compartir imágenes de sus teléfonos, prácticamente nuevos, con dobleces muy evidentes en el chasis.
Y aunque al parecer Apple no es pionero en este problema –el Samsung Galaxy A4 lo sufrió–, su notoriedad hizo inevitable que se le adjudicara. Ahora hay videos demostrando el “súperpoder” del reciente modelo de smartphone, y miles de compradores tempranos insatisfechos.
Al respecto, Apple comentó que solo nueve de los afectados interpusieron quejas con la compañía.
Este miércoles, llegó la cereza del catastrófico pastel, cuando Apple se vio obligado a eliminar la actualización de sistema operativo de la AppStore (versión 8.0.1), y dar instrucciones a los usuarios para recuperar la versión anterior, iOS 8.0.
Es difícil imaginar que octubre traiga más tropiezos para la compañía, y falta ver cómo responde Cook a los más recientes incidentes. Quizá a principios del mes el silencio parecía inofensivo, pero es momento del que el CEO dé la cara por su empresa, y dé a los usuarios la explicación que necesitan.