“Estaba completamente arruinado. Sabía que si me echaban tendrían que pagarme, pero si me echaban no”
Les hicieron una oferta que no pudieron rechazar; el elenco de la afamada cinta El Padrino se reunió la noche de este sábado en Nueva York para conmemorar la salida de la cinta dirigida por Francis Ford Coppola hace ya casi medio siglo.
Robert De Niro, Robert Duvall, Al Pacino, James Caan, Talia Shire y Diane Keaton se reunieron con Coppola en el Radio City Music Hall, como parte del festival de cine de Tribeca, el cual incluyó una exposición maratónica de la primera y segunda parte de la saga cinematográfica.
De Niro, quien se encargó de personificar a un joven Vito Corleone en la segunda parte de la saga, fue el encargado de convencer a Coppola para que asistiera a la reunión, a la que sólo faltaron los fallecidos Marlon Brando y John Cazale.
A Al Pacino y De Niro, dos monstruos de la actuación, se les pudo ver como pocas veces, atentos y escuchando con atención las palabras de Coppola, el maestro que los llevó a los más alto del cine en la década de los 70.
Coppola narró cómo se acercó a El Padrino por primera vez, el director de cine leía The New York Times en 1969 y le pareció muy intrigante el anuncio de la novela de Mario Puzo, al principio creyó que era un libro teórico sobre el poder, pero no tardó en darse cuenta que una gran novela.
“Estaba completamente arruinado. Sabía que si me echaban tendrían que pagarme, pero si me echaban no”, narró Coppola al detallar los múltiples problemas que tuvo con Paramount para llevar el libro de Puzo a la pantalla grande.
El director contó que los ejecutivos no querían que Marlon Brando ni Al Pacino estuvieran en la cinta, el primero por su gran ego y el segundo por ser demasiado bajo, sin embargo, cada que Coppola leía el guion veía sus rostros, por lo que presionó hasta conseguirlos.
Al Pacino, por su parte, contó que no podía creer que Coppola le hubiese hablado para el papel de Michael Corleone, además que el cambio de actuar en teatro a un plato de grabación, fue un gran impacto para él.
Al final la cinta fue todo un éxito, no sólo definió un género e inspiró a cientos de nuevas películas y series de televisión, sino que se convirtió en uno de los fenómenos audiovisuales más representativos del cine estadounidense.
