El nuevo rostro de la divulgación para Greco Hernández

Greco Hernández Ramírez ganó el Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo 2020 por su libro El acertijo de la vida. Con este nuevo material, el investigador quiere mostrar cómo los científicos, además de ideas y conocimiento, también pelean por prestigio, por un mejor salario, por firmar un artículo y por la fama
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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“¿Estás seguro de que soy yo? ¿No es una broma?”, pronunció Greco Hernández Ramírez al escuchar, segundos antes, que había ganado el Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo 2020, impulsado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).

La editorial premió el libro inédito del divulgador, El acertijo de la vida, por tener “una afortunada combinación de datos con anécdotas cotidianas en el quehacer de la ciencia”.

Entre sus páginas, las cuales podrán leerse a partir de febrero de 2021, Greco ahonda en el código genético que se encuentra dentro de una molécula de DNA. Pero más allá de explicar su creación, el investigador dedicó su tiempo narrando por escrito la historia que tiene detrás, la cual nunca se habían expuesto en español a nivel de divulgación.

El acertijo de la vida será publicado en febrero de 2021, por el FCE

“El libro ilustra algo más amplio, que es cómo se genera una idea de gran calado que impacta en toda la humanidad, que cambia el mundo, una idea que se tiene que cocinar a fuego lento y que tiene que haber una gran competitividad entre una masa crítica de investigadores (…) Mi historia ilustra cómo se generó una de las grandes ideas del siglo XX, la idea del ‘código genético’, porque en sí mismo explicar qué es el código genético lo puedes leer en dos párrafos en un diccionario”, dice el investigador.

De ese modo, Greco explica que en su libro retrata la historia de toda la gente, los científicos, que hubo detrás del código genético “compitiendo como locos y con gran pasión por ideas, dinero, prestigio, publicaciones, y en medio de envidias, vanidad, alianzas, amistades, enemistades, traiciones y cooperación”.

En entrevista con Reporte Índigo, el premiado señala que, aunque reconoce la labor de las personas detrás de un descubrimiento o investigación, él está lejos de escribir divulgación de la ciencia en la que ponen a los científicos como aquellos seres ideales y puros.

“Eso es mentira total. Los científicos, además de ideas y conocimiento, también pelean por prestigio, por un mejor salario, por firmar un artículo, por la fama. Eso es lo que yo quiero mostrar, que al final es así cómo funciona la ciencia”, destaca.

Para el divulgador, los científicos son humanos, no angelitos “por lo que el quehacer científico está contaminado de muchas cosas humanas”.

Antes de resultar ganador de entre 36 publicaciones participantes, desde hace cinco años atrás Greco tenía en mente el tema que quería abordar para el concurso; sin embargo, no fue sino hasta esta edición que pudo meter a competir El acertijo de la vida.

Comparte que estaba muy al pendiente de la convocatoria, pues este es un premio que representa el FCE, un editorial, para él, súper importante en México y de mucho prestigio que busca impulsar la divulgación científica en el país.

“Estoy encantado de haberlo recibido, me honra que FCE me haya premiado porque es una gran editorial de mucho prestigio, de mucha tradición en México. Además, ellos hacen el esfuerzo de hacer estas series de libros de divulgación de la ciencia”, detalla.

Un incentivo para escribir para Greco Hernández

Al lanzar el Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo, uno de los principales objetivos del FCE es presentarles a sus lectores libros con temas científicos que logren comprender, y así no ver este campo como algo ajeno y lejano.

Al respecto, el investigador Greco Hernández Ramírez considera que la existencia de estos premios es un incentivo para que los científicos traten de escribir divulgación, que salgan de su laboratorio y describan sus investigaciones para todo mundo.

“La existencia de este premio es muy buena porque incentiva a hacer eso, promueve que los investigadores digamos ‘yo sí quiero escribir’ (…) Ahora, hay muchos otros que no escriben divulgación de la ciencia, están dedicados a sus laboratorios, a sus investigaciones de campo, y a lo mejor no les interesa escribir divulgación; no sé qué tantos haya, lo que sí creo es que es necesario escribir divulgación de la ciencia para que toda la gente sepamos qué está pasando, por ejemplo, con la vacuna del COVID-19, ¿en qué va? Alguien que nos explique desde dentro de los laboratorios qué es lo que está pasando”, señala Greco.

Respecto a la cercanía que tendrían los jóvenes con una mayor divulgación de la ciencia, el escritor mexicano considera que es por ello importante acercar este tipo de textos a las nuevas generaciones, sobre todo porque cuando van iniciando sus carreras son más receptivos a diversas cosas, como a estudiar y a leer más libros.

Incluso, admite que la divulgación de la ciencia en los jóvenes podrá incentivarlos a leer mucho más sobre ciencia, “¿y por qué no? A ser científicos”.

Creo que hay que saber divulgar, sacar la ciencia de su lenguaje técnico, de su argot abigarrado y de su lenguaje áspero, aburrido quizá. Hay que bajarlo al nivel de todo mundo, hay que saber escribir un descubrimiento para todo mundo. Y creo que esa es la parte difícil de divulgar la ciencia: tratar de explicárselo a todo mundo y además que le guste
Greco Hernández RamírezInvestigador científico

Bajo esa perspectiva, el investigador asegura que ya está trabajando en un nuevo libro, del cual el tema aún no puede revelar; sin embargo, espera pueda ser publicado el próximo año de la mano del FCE.

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