De haber sido lanzado más temprano en 2012, “good kid, m.A.A.d city”, el álbum debut de Kendrick Lamar bajo un sello discográfico, tal vez se hubiera ubicado más alto que el “channel ORANGE” de Frank Ocean, disco que resultó ser el mejor del año según el promedio de la crítica.
Después de que sorprendió a la comunidad de hip-hop y rap en 2011 con “Section.80”, su álbum debut que únicamente fue lanzado en iTunes, Lamar rápidamente se hizo de una fama que fue apoyada por grandes nombres como Snoop Dogg, Dr. Dre y Game, quienes lo coronaron como “El Nuevo Rey de la Costa Oeste”.
Y es que Dr. Dre sabe escoger a sus “protegidos” y no dudó en valorar el talento de Lamar al firmarlo con Aftermath Music, el sello que él mismo fundó y que incluye artistas como Eminem, 50 Cent y al propio Dre.
Aunque creció en Compton, California, y ha dicho que tiene como influencias a raperos como 2Pac, The Notorious B.I.G., Jay-Z, Nas y Eminem, Lamar no es el “típico” rapero de la Costa Oeste.
Su voz a veces hace recordar a Drake, que en el código del rap puede sonar más “suave”; y musicalmente, Lamar usa beats “atmosféricos” y sonidos más sutiles que lo alejan de la influencia del rap de la Costa Oeste.
El talento de Lamar recae en esa combinación que hace entre la música atmosférica que utiliza de fondo, su “suave” voz para rapear y las letras autobiográficas –aunque no necesariamente exactas– que relatan cómo un joven “bueno” lucha en su natal Compton ante una realidad adversa.
Lamar rapea sobre la violencia de las pandillas, la presión de los amigos que son mala influencia, la dificultad económica y la situación de las mujeres oprimidas.
“good kid, m.A.A.d city” fue la más grande sorpresa musical de la última parte de 2012, un álbum muy recomendable.