El Museo Textil de Oaxaca, un espacio para preservar el arte ancestral del bordado
El Museo Textil de Oaxaca cumplirá 15 años de resguardar, proteger y difundir el arte, tanto de México, como a nivel mundial. Su objetivo es propiciar un punto de encuentro entre personas, tradiciones, diseño y cultura
Karina CoronaEl textil no es estático, evoluciona, siempre cambia y se adapta. Entre los hilos se narra la historia de las comunidades, quienes tejen, bordan o tiñen cada pieza hasta convertirlas en constelaciones, puntos cardinales que forman los nuevos mapas textiles, es decir, el saber del ser humano plasmado en una prenda.
Ubicado en el corazón del centro histórico de Oaxaca, en una casona del siglo XVIII restaurada en 2007, se hospeda el Museo Textil de Oaxaca (MTO), espacio creado con la finalidad de propiciar un punto de encuentro entre personas, tradiciones, diseño y arte.
Salvador Maldonado, coordinador de comunicación del recinto, explica a Reporte índigo que su misión es ofrecer una visión amplia de los diseños, las técnicas y los procesos creativos para la elaboración de textiles de Oaxaca, de México y del mundo.
“Hasta el 2008 no había un museo que se dedicara al 100 por ciento en arte textil, está el Nacional de Antropología, que también resguarda piezas textiles pero se complementa con otras exposiciones. Pero aquí somos un centro dedicado para la reflexión, el encuentro y el diálogo entre las y los creadores que hacen, transforman, crean y reinventan lo que es el textil hoy en día con el público local”, explica Maldonado.
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En abril de 2023 el MTO cumplirá 15 años de resguardar, promover y proteger parte del patrimonio, tanto nacional como internacional.
Para festejar, el coordinador de comunicación comparte que durante todo el año rendirán honor al huipil con varias exposiciones, donde no solo se narre su historia en Mesoamérica, sino a nivel mundial. La primera exposición se inaugurará en marzo.
“Estaremos renovando, cada dos o tres meses, con huipiles en todas las salas y se de cuenta de toda la inventiva y la tradición de muchas comunidades donde se teje esta pieza, la cual se sigue usando, creando y sigue dando muchísimos temas para discutir”, detalla.
El museo cuenta con cinco salas, cuatro de ellas estarán dedicadas a esta prenda. Además realizarán talleres y conversatorios para discutir sobre el devenir del arte textil contemporáneo.
Además, gracias a su acervo y a los préstamos que recibe el recinto, se han encargado difundir su evolución tanto en México como en otras partes del mundo.
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La lucha contra el plagio
De acuerdo con Salvador Maldonado, desde el Museo Textil de Oaxaca, han abierto sus puertas a diversas comunidades para dar testimonio sobre los plagios.
Como parte de las acciones, comenta, han realizado campañas, exposiciones y talleres con el fin de concientizar a las personas.
“Los apoyamos para que alcen la voz, no con la intención de ser tibios. Algunas personas dirán que es poco, o que no nos corresponde esta lucha, pero para nosotros es importante darles seguimiento, acompañamiento y espacios a las propias comunidades”, abunda.
Hasta la fecha han recibido a la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, a Tlacuilotepec, en Puebla, también a colectivos y tejedoras, quienes han hecho su pronunciamiento ante la prensa y la sociedad; desafortunadamente, expresa que no pueden hacer más, pues no hay muchas leyes que amparen totalmente esto.
“Han habido iniciativas, pero no es suficiente. Tampoco se trata de romantizar los tejidos y muchas veces se hace eso; incluso con malas prácticas como el regateo, las comunidades son las más afectadas y ya es bien visto, es una situación de privilegio de como yo tengo el dinero puedo tomar la decisión de malbaratar este arte.
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“Falta mucho por valorar el trabajo hecho a mano, de no aceptar el precio especial para unos cuantos. Queremos generar conciencia en la gente y sepan cómo estas prácticas afectan a los pueblos”, sostiene.
Para el coordinador de comunicación, el Museo Textil de Oaxaca ha trabajado arduamente para que las comunidades puedan hacer valer sus derechos, que su trabajo se valore como una pieza artística y la forma de la que se sostienen económicamente.
“Las personas saben perfectamente que en el Museo van a estar muy resguardadas las piezas textiles, que nuestro acervo está bien cuidado y protegido. Además, que gracias a la gente se ha alimentado, pues muchísimas personas generosamente han depositado su confianza para hacernos donaciones.
“Es importante seguir promoviendo esta expresión artística, cultural y ancestral, de las múltiples técnicas que se comparten alrededor del mundo, hay muchos paralelismos y analogías del mundo que se ve en Oaxaca, hasta el otro lado del mundo; a esas de estar distanciados geográficamente por lenguas, las unen el entretejido”, concluye.
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Exposiciones que han albergado
En sus casi 15 años de historia, el museo Textil de Oaxaca ha albergado más de una docena de exposiciones que dan cuenta del valor textil mundial.
- De Mitla a Sumatra: El arte de la greca tejida (2008)
- Nudos teñidos: Ikat, Plangi y Tritik (2009)
- Tramas animadas, un zoologico textil (2009)
- Capas Gráficas: Bordado Huichol (2010)
- Para vestirse de vidrio. La chaquira y sus antecedentes (2011)
- Movimientos, hilos y color. Un patrimonio compartido (2012)
- Las mujeres decentes de la 58 (2013)
- Arrópame desde los pies: Tapetes tradicionales y actuales (2014)
- El delirio del color: Oaxaca en los años 60 (2015)
Su historia
El Museo Textil de Oaxaca está ubicado en el predio que fue parte de la huerta del antiguo convento de Santo Domingo Soriano, la segunda fundación dominica en América, establecida en el año de 1529, dedicada posteriormente a San Pablo, donde recibían la prédica en náhuatl, zapoteco y mixteco los vecinos indígenas de la ciudad.
A principios del siglo XVII, el convento sufrió graves daños debido a una serie de sismos y por tal motivo los dominicos, por iniciativa de Fray Francisco de Burgoa, el principal cronista e historiador del periodo virreinal en Oaxaca, se vieron forzados a rentar y luego a vender parte de sus terrenos para costear la reconstrucción.