En cada imagen la gente podrá descargar un código QR en donde el artista comparte, en voz y texto, lo que lo llevó a Steve McCurry tomar esa imagen en específico. Foto: Especial

El Museo Franz Mayer presenta la más importante retrospectiva de Steve McCurry

El Museo Franz Mayer presenta Icons, una exposición retrospectiva que presenta un viaje por la inspiración, vida y obra de Steve McCurry. Se trata de una exhibición que presenta a personas de todas las edades, culturas y etnias, algo que el reconocido fotógrafo supo retratar con fuerza y naturalidad

Han pasado cerca de 39 años y esos grandes ojos verdes de Sharbat Gula, del retrato titulado Niña afgana sigue dejando perplejos y atónitos a sus espectadores; su mismo autor, el fotógrafo Steve McCurry confiesa que, hasta el momento se trata de la fotografía más importante de su carrera por la profundidad de su mirada, pues a pesar de ser tan joven, contaba la tristeza del pueblo afgano y las condiciones en las que se vieron obligados a vivir en las tiendas de campaña en los campos de refugiados.

Por primera vez en México, este retrato y otras 99 imágenes que ha logrado capturar McCurry en sus 40 años de trayectoria se podrán apreciar en el Museo Franz Mayer con Icons, exposición retrospectiva del fotógrafo estadounidense que sumergirá a las audiencias a través de sus viajes a algunos de los lugares más bellos y con más problemáticas del mundo.

De Afganistán a la India, del sudeste asiático a África, de Cuba a Estados Unidos y de Brasil a Italia, esta muestra, curada por el mismo fotógrafo y Melissa Camilli, revela imágenes en las que el elemento humano es el protagonista.

“Lo que quiere transmitir Steve es que somos muy diferentes, pero en el fondo somos similares en la forma de percibir, de comunicar y de vivir. Hay algunas fotografías de Latinoamérica, Steve nos las pidió, porque están relacionadas con su memoria más cálida y más importante”, comenta Rafael Giménez, director de Sold Out, productora que junto con la agencia de fotógrafos, SudEst57, organiza esta exhibición.

Icons cuenta con una audioguía que sirve de herramienta a los visitantes para adentrarse en el mundo de McCurry, revelando detalles, secretos y descripciones de las imágenes con sus propias palabras

Para el Museo Franz Mayer, que presente la retrospectiva de uno de los artistas de la lente más destacados por sus múltiples reconocimientos como el de Fotógrafo del Año, otorgado por la Asociación Nacional de Fotógrafos de Prensa y World Press Photo, es de vital importancia, porque, de acuerdo con su directora, Giovana Jarpersen, bien podría ser un recorrido que invite a nuevas miradas a reconocer el trabajo del fotoperiodista.

“Steve es la escuela y referente de todos. Presentar una exposición de un fotoperiodista que se ha convertido en un ícono, pero además que se resalte su nombre y no únicamente una imagen, nos parece una manera de honrar su trabajo”, expresa Jarpersen.

La imagen contada por McCurry

Lo que hace diferente a Icons, a comparación de otras retrospectivas que se han hecho a nivel mundial de Steve es que, su autor cuenta en voz propia la historia o alguna anécdota detrás del click. Para ello, en cada imagen la gente podrá descargar un código QR en donde el artista comparte, en voz y texto, lo que lo llevó a tomar esa imagen en específico.

Ejemplo de ello es Una mujer y su hijo piden limosna en Bombay, India, de 1993. Steve cuenta que se encontraba en un coche bajo la lluvia monzónica y llegó a un semáforo en rojo. Una madre y su hijo se acercaron a la ventanilla con la esperanza de que les diera una limosna o alguna ayuda.

“Levanté la cámara y disparé dos veces. Tomé dos instantáneas. Tras el segundo disparo, el semáforo se puso en verde y el conductor arrancó. Cuando pienso en ello ahora, esta foto es para mí un símbolo del contraste entre los que tienen y los que no tienen, ricos y pobres.

“Un extranjero rico en un taxi con aire acondicionado, en una especie de burbuja, escuchando música… y fuera, bajo la intensa lluvia, una madre y su hijo que se acercan a la ventanilla de mi coche en busca de caridad…pero en lugar de eso, cambia el semáforo y desaparecemos”, cuenta Steve en la exposición.

Icons también permite conocer la historia detrás de la Guerra del Golfo de 1990, aquella en la que se muestran unos camellos huyendo del fuego y los disparos, envueltos en humo, o cuando presenció el ataque a las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001.

“Soy fotógrafo documental, muestro el mundo en el que vivo. Vi horrorizado cómo una de las Torres se derrumbaba, y lo fotografié. Y luego cayó la segunda Torre. No podía creer lo que estaba viendo. Tenía una sensación de negación”, explica McCurry.

“No me imaginaba estar en algunos de los sitios y hechos más interesantes del planeta. Doy gracias, porque no me imagino mejor forma de vivir que viajar, hacer fotos y ver el increíble mundo en el que vivimos”
Steve McCurryFotógrafo

Cada imagen crea una conexión con el artista estadounidense, dando a conocer, incluso, “sus secretos y lecciones” en cada cobertura. Entre ellas, el hecho de que, como fotógrafo callejero, ha aprendido a guarnecerse en algún mercado, escuela o templo cuando el Sol “aprieta demasiado”.

“Me relajo y observo en un estado meditativo, es cuando llega la buena foto. Todos son encuentros casuales, es estar abierto, así derivan maravillas. Las grandes fotos no crecen en los árboles, si reconoces algo muy bueno, no dejes que se te escape”, comparte McCurry.

Un encuentro con lo humano

El recorrido no es lineal ni está cronológicamente ordenado, se trata de instantes que dialogan entre sí. En una sala se encuentran las miradas de la niñez, como de la pequeña Punky, una niña Rabari. En otra se pueden ver la cotidianidad de la gente o algunos de los desastres naturales como el monzón ocurrido en la India en 1983.

Muchas de las instantáneas muestran los contrastes de la vida: alegría y tristeza; muerte y nacimiento; dolor, desesperanza y anhelo, la lucha de la gente por sobrevivir en medio de la guerra o de algún desastre natural. La fragilidad y lo vulnerable de la humanidad, pero también parte de sus fortalezas, fiestas, culturas y religiones.

Cada una, en medio de una curaduría en la que las salas mantienen colores neutrales y una iluminación tenue, para que en sí, la misma fotografía resalte con una explosión de color: el color de la humanidad.

En una de las salas se proyecta un video donde Steve ahonda más sobre su trabajo como fotoperiodista. Se muestra cómo convive con los pueblos que visita; también declara que nunca dejará de retratar, pues para él es casi como respirar.

La muestra estará abierta del 7 de junio al 13 de agosto en el Museo Franz Mayer. Los boletos se pueden comprar en la página web oficial de la exposición: stevemccurryicons.com y en Fever: feverup.com

“Las fotografías son lo que dan sentido a mi vida y trabajo. En este arte es imposible jubilarse, es algo que haces hasta que dejas de respirar. Sigo, porque es mi vida y pasión, lo que me da energía”, reflexiona Steve McCurry.

Otras de sus anécdotas

En el video que se proyecta, el artista Steve McCurry cuenta que el primer país al que viajó como fotógrafo joven fue a la India, donde se enamoró enseguida de su cultura, su gente y sus paisajes.

“Era un lugar, un país con tradiciones antiguas, con siglos de historia a sus espaldas. Aunque haya vuelto 90 veces, nunca me cansa”, relata el fotógrafo, quien además comparte que sus mejores fotografías surgen a lo largo del viaje, no necesariamente al destino.

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