La mayoría de la población a nivel mundial se encuentra dentro de sus hogares para evitar la propagación del nuevo coronavirus Covid-19, por lo que las tecnologías han servido de aliadas para no alejar a la gente del mundo exterior, brindando la oportunidad de visitar diferentes recintos culturales, como museos y exhibiciones.
A través de páginas oficiales y perfiles que diversas instituciones y recintos, como el Palacio de Bellas Artes o el Museo Nacional del Prado, por ejemplo, han llevado el arte a las casas de cada persona sin perjudicar la salud de nadie.
En México, la Secretaría de Cultura federal creó Contigo en la distancia, un portal en el cual todas las personas pueden desde presenciar conciertos de música y danza, hasta leer libros virtuales y visitar museos de manera gratuita y en la comodidad de sus hogares.
A inicios de este mes, un aproximado de 26 mil personas disfrutó vía online, y de manera gratuita, el primer Festival Contigo en la distancia, donde 10 artistas compartieron sus talentos a nivel nacional.
Sin embargo, ¿qué pasará después de que el peligro de estar juntos sea problema superado y los recintos culturales y artísticos abran sus puertas?
Rubén Darío Vázquez, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en redes sociales, señala que uno de los últimos escenarios que sucederá es que la gente deje de visitar los recintos por preferir quedarse en casa debido a las comodidades y virtudes que las tecnologías le ofrecen.
Para el profesor, las personas seguirán acudiendo a los museos y diferentes recintos artísticos porque, simplemente, representan lugares donde se reúnen para socializar, una actividad que los forma como seres humanos.
“Somos sociales por naturaleza, necesitamos vernos, entablar una plática, y muchas veces las salidas a museos o a ver una exposición, son meros pretextos para el encuentro”, destaca Vázquez.
En entrevista con Reporte Índigo, el académico indica que aunque las tecnologías y plataformas virtuales de cierto modo remplazaron a los recintos en los últimas semanas, eso no significa que vaya a suplir su lugar, sino todo lo contrario, van a enriquecer su propósito de impulsar la cultura en el país, como sucedió con los libros virtuales y físicos, o las librerías y bibliotecas.
Momento de reinventarse con las tecnologías
Aunque en este tiempo las plataformas virtuales han sido el único canal para acercar a la gente a la cultura, la subsecretaria de Desarrollo Cultural, Marina Núñez Bespalova, asegura que en la Secretaría de Cultura federal aún tienen trabajo por hacer para mejorar esa conexión.
Núñez Bespalova dice que adaptarse a las plataformas fue un reto tecnológico y de infraestructura que les hizo darse cuenta de la reinvención que necesitaban sus sitios online.
“Creo que después de toda esta situación vamos a salir reforzados, es una oportunidad para crecer y reinventarnos, creo que de todo lo malo vamos a sacar esto muy bueno”, dice Marina, refiriéndose a las plataformas.
Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, coincide con la subsecretaria y asegura que, gracias a esta situación de confinamiento, las instituciones se dieron cuenta que deben mejorar sus plataformas para brindar un mejor servicio, justo como en la máxima casa de estudios lo están haciendo al lanzar la Feria del Libro y la Rosa en su primera versión online.
“Poco a poco seguiremos produciendo más material pensando en las redes, aun cuando todo esto haya pasado”, menciona Volpi.
De acuerdo con la subsecretaria de Desarrollo Cultural, los espacios como Contigo en la distancia seguirán en pie una vez que la pandemia se haya dado por terminada, pues sólo han demostrado buenos resultados.
“Seguramente se conservará la plataforma, claro que las decisiones se irán tomando más adelante. Por lo pronto, cada una de las áreas de la Secretaría de Cultura estamos volcados en esta vía tratando de enriquecerla cada día porque es el único vehículo de expresión que tenemos, es el gran laboratorio digital para ver cómo funcionan ciertas expresiones tradicionales en el mundo digital”, asegura Núñez Bespolava.
Otra de las virtudes que les han dejado las plataformas es que nuevos públicos se acercan a la cultura, como las nuevas generaciones y aquellos que no habían tenido la oportunidad de acudir a un recinto de manera directa.
“No hay que despreciar estas nuevas maneras de acceder a la cultura, para las nuevas generaciones es tener esta oferta de manera inmediata y hay que saber responder a ella con productos de calidad”, resalta Marina.