El momento más estable

La idea general sobre el proceso de madurar es que conforme pasan los años los seres humanos nos volvemos más estables. 

Pero según un estudio realizado en Nueva Zelanda, este no es el caso en lo que se refiere a la personalidad.

La investigación entrevistó a casi 4 mil personas de entre 20 y 80 años, que tuvieron que llenar cuestionarios sobre su personalidad dos veces, la segunda dos años después de la primera.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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La idea general sobre el proceso de madurar es que conforme pasan los años los seres humanos nos volvemos más estables. 

Pero según un estudio realizado en Nueva Zelanda, este no es el caso en lo que se refiere a la personalidad.

La investigación entrevistó a casi 4 mil personas de entre 20 y 80 años, que tuvieron que llenar cuestionarios sobre su personalidad dos veces, la segunda dos años después de la primera.

Estas preguntas servían para evaluar cinco características básicas de la personalidad: la extroversión, amabilidad, neuroticismo, escrupulosidad y apertura a nuevas experiencias.

Los resultados observaron qué tanto variaban estas características en el segundo cuestionario en comparación con el contestado dos años antes, y agruparon la información obtenida por grupo etario. 

Llegaron a la conclusión de que la estabilidad de la personalidad aumenta durante la juventud, alcanza su máximo nivel en la mediana edad y después comienza a disminuir.

Los autores piensan que podría deberse a las distintas presiones que sentimos en las distintas etapas de la vida. 

Mientras que estas solo se vuelven más y más pesadas en la primera mitad de la vida, en la segunda la mayor parte de las personas alcanzó suficiente estabilidad económica para volver a reducir sus responsabilidades.

La característica más estable fue la extroversión, mientras que la que más cambió en el periodo de dos años fue la amabilidad. De hecho, esta última particularidad era la única que disminuyó constantemente durante la vida, en lugar de aumentar primero y después decrecer.

Para la escrupulosidad y la apertura a nuevas experiencias, se descubrió que para la tercera edad los niveles eran los mismos que durante la infancia.

Personalidad ‘casi de 30’

Una de las etapas de la vida en que, aunque la personalidad es estable, el resto del mundo parece no serlo, es la segunda mitad de los 20. Y sobre eso se trata la cinta mexicana “Casi treinta”, que se estrenará esta semana.

Fue dirigida por Alejandro Sugich, cuyas producciones han sido seleccionadas en varias ocasiones para eventos como el Festival de Cine de Morelia, el de Guadalajara, el de Guanajuato (GIFF), el de Berlín y el de San Diego.

El filme cuenta la historia de Emilio (Manuel Balbi), un profesionista que está a punto de cumplir 30 años y tiene una vida bastante estable, con una prometida y un buen trabajo.

Pero cuando la aparición de una joven idealista, interpretada por Eiza González, y la invitación a la boda de un buen amigo le hacen replantear qué es lo que quiere hacer con su vida, su mundo se pone de cabeza, y comienza una lucha entre cumplir sus sueños más locos y mantener la estabilidad que tanto se había esforzado en conseguir, y a la que le había dado tanta importancia.

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