El momento de llamar al diálogo: Bef
El ilustrador y novelista Bernardo Fernández “BEF” considera que es tiempo de alzar la voz desde su trinchera para exigir a la llamada Cuarta Transformación los cambios que prometieron en la campaña presidencial
Hidalgo NeiraCon voz calmada, corte a rape, tez morena y ojos expresivos, Bernardo Fernández “Bef” se mimetiza con la sociedad, como si tuviera una doble identidad, la cual adquiere cada vez que crea una ilustración.
Fernández, además de artista, es un ciudadano preocupado por su país. Él votó por Morena en las elecciones presidenciales de 2018 y dice que sigue sin ver un cambio real en México.
“Voté por la izquierda y lo que he estado promoviendo mucho es que seamos muy críticos, justo quienes votamos por Andrés Manuel López Obrador tenemos que ser los más críticos hacia él, porque me parece un gran riesgo que caigamos como en el viejo PRI, que se le aplaudía incondicionalmente todo al presidente en turno”, afirma Bef, en entrevista con Reporte Índigo.
“No quisiera plantear que estamos hasta la madre, sino que es un momento urgente que tenemos que generar condiciones de diálogo, un diálogo desapasionado, en el que se pueda hablar objetivamente de lo que está sucediendo, pero sin descalificaciones e insulto”, comenta el novelista e ilustrador mexicano.
En 2019, con motivo de los 25 años del asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, Bef y Francisco Haghenbeck publicaron Matar al candidato, una suerte de novela gráfica en la que el ilustrador se permitió ser más rígido en su estilo de dibujo, dándole seriedad a su trabajo y, sobre todo, al tema que aqueja a la memoria histórica de los mexicanos.
“A Paco Haghenbeck y a mí nos gustó mucho ese trabajo y tenemos ganas de seguir con una línea de libros de True Crime, pero apenas estamos como decidiendo qué vamos a hacer, nos gustaría buscar otros crímenes famosos y darles un tratamiento parecido al que hicimos con Matar al candidato”, describe el ilustrador.
Anécdotas de amigos y fuentes confidenciales no le faltan a Bef, algunas tan inverosímiles que solo ocurren en México, como la de un conocido que fue extorsionado por haber acusado al ladrón de su auto, pero cuando acudió al Ministerio Público, ya lo esperaban con una versión distinta, en la que la persona inocente había vendido el auto al delincuente y entonces se levantó una investigación por fraude, por lo que el propietario fue encarcelado y el ratero liberado, pero al final del día, todo se pudo arreglar con una “mordida”.
Sin soluciones de fondo
Bef observa el panorama actual a través de las historias que le llegan cotidianamente, cree que el gobierno panista heredó la agitación del crimen organizado, pero lo más importante, es que opina que se carece de un plan efectivo de seguridad pública para atender la violencia que se vive en el país.
“Estamos viviendo las consecuencias del desgarramiento del tejido social que tuvo su momento más violento con Felipe Calderón, con la absurda guerra contra las drogas que se declaró; era imposible que el 1 de diciembre las cosas cambiaran mágicamente, no veo una estrategia clara para cambiar las cosas de fondo, las soluciones sólo son cosméticas, eso es lo que me preocupa, por eso mi llamado es al diálogo”, insiste.
Las ganas de volver al terreno de la novela para describir atmósferas hostiles fueron las que le entraron a Bef a partir del otoño pasado, por lo que ya se encuentra preparando un libro policiaco, el cual espera terminar pronto y publicarlo lo antes posible.
“Me llegó el frenesí de escribir, tenía mucho de no hacer una novela policiaca, estoy encantado, entonces creo que lo siguiente será publicarla. Espero que para la segunda mitad del año llegue, todavía no tengo título, pero ahí está cocinándose”, expresa el autor.
Libros infantiles de Bef en receso
Cuando BEF terminó Matar al candidato, quedó cansado, abrumado y saturado “de tanta maldad, de tanta inmundicia”, así lo describe el ilustrador; para distraerse hizo un libro para niños titulado Sofía en el país del infinito, el cual realizó en colaboración con su esposa Gabriela Frías Villegas, quien es matemática. El material está inspirado en la hija que tuvieron, sin embargo, sigue sin publicarse y quedará así por unos meses más.
“Sofía ahora tiene tres años y el libro es para explicarle a los niños qué significa el infinito, cómo entender este concepto, que es fascinante, abismal (…) Para mí fue muy refrescante, de repente hacer esta gráfica totalmente inocente, esperanzada y luminosa, después de haber visitado estos sótanos de la historia nacional”, describe.