A lo largo de cinco décadas, el actor nacido en Chicago –Harrison Ford– ha conquistado al público de distintas generaciones.
El que fuera carpintero antes de convertirse en actor de Hollywood se hizo inmortal en la meca del cine en la década de los 70 y 80, con personajes icónicos como Han Solo –de la saga de “Star Wars”–, Indiana Jones en la franquicia del mismo nombre y Rick Deckard en la distópica cinta de Ridley Scott, “Blade Runner”.
De hecho, de esas series de películas se han desprendido secuelas lanzadas décadas después, inclusive este 2017.
Como Han Solo, al estilo de un cowboy espacial, conquistó el corazón de la Princesa Leia y ayudó a salvar a la galaxia del imperio. Volvió a encarnarlo en “Star Wars: El Despertar de la Fuerza” (2015).
Lo mismo sucedió con Rick Deckard, el blade runner que en el largometraje de ciencia ficción del mismo nombre volvió a hacer su aparición en la secuela titulada “Blade Runner 2049”, estrenada este mes.
Y qué decir de Indiana Jones, el arqueólogo más famoso del entretenimiento (sí, todos entonan en la mente el tema principal de la banda sonora al escuchar su nombre), quien volverá a la pantalla grande en 2020, para la quinta entrega de la saga. Ford ha interpretado a Jones en películas en 1981, 1984, 1989, 2008 y dentro de tres años.
A sus 75 años, es uno de los símbolos del cine contemporáneo que también dedica su tiempo a la labor altruista y causas como la defensa de la biodiversidad del planeta.
Reservado y único
Fuera de la pantalla, Harrison Ford es una de las celebridades que mejor guarda su vida privada (aunque el año pasado salió a la luz que él y su compañera de “Star Wars”, la fallecida Carrie Fisher, tuvieron un affair durante el rodaje.
A Ford le gusta la aviación y la arqueología (a raíz de personificar a Indiana Jones).
Su fortuna oscila los 210 millones de dólares netos y en la década de 1990 tuvo un declive hollywoodense, al rodar películas comercialmente fracasadas, tales como “Six Days, Seven Nights”.