¿El manicure es causa de cáncer?

No es novedad que algunos productos de belleza contienen químicos tóxicos e incluso agentes carcinógenos y neurotóxicos. La fragancia de los perfumes, por ejemplo, además de contener elementos tóxicos y cancerígenos, puede provocar reacciones alérgicas y causar obesidad al interferir con el sistema endocrino, como aludimos en este espacio en agosto del año pasado.

Sin embargo, no se ha hablado de otro factor de riesgo para la salud asociado con la belleza: las lámparas que se emplean en los salones de belleza para secar las uñas recién pintadas con esmalte en gel.

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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No es novedad que algunos productos de belleza contienen químicos tóxicos e incluso agentes carcinógenos y neurotóxicos. La fragancia de los perfumes, por ejemplo, además de contener elementos tóxicos y cancerígenos, puede provocar reacciones alérgicas y causar obesidad al interferir con el sistema endocrino, como aludimos en este espacio en agosto del año pasado.

Sin embargo, no se ha hablado de otro factor de riesgo para la salud asociado con la belleza: las lámparas que se emplean en los salones de belleza para secar las uñas recién pintadas con esmalte en gel.

Según un estudio encabezado por la Dra. Lyndsay Shipp, del Departamento de Dermatología de la Universidad Regents de Georgia, en Augusta, estas lámparas que secan el esmalte de uñas emiten rayos ultravioleta A (UVA), un espectro de luz se ha vinculado con los cánceres de piel.

Pero no se trata de alarmar. Los investigadores aclaran que el riesgo de cáncer de piel es poco si se considera “la baja exposición a la energía UVA en la visita promedio de manicura”, indica un comunicado. 

Por ende, “se requerirían visitas múltiples para alcanzar el umbral de daño potencial en el ADN” que puede contribuir al cáncer de piel.

Como parte del estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica JAMA Dermatology, el equipo de investigadores se dio a la tarea de medir, en 16 salones de belleza, las exposiciones a la luz UVA de las manos bajo 17 tipos diferentes de lámparas de secado. 

Según reportó The New York Times, los investigadores estiman que de entre ocho y 14 visitas realizadas en más de 24 a 42 meses alcanzarían el umbral de daño en el ADN de la piel para la mayoría de las lámparas de secado que fueron probadas. 

De ahí que Shipp está convencida de que no dejaría de hacerse manicure. “Las uso (las lámparas de secado de uñas) cada par de meses”, comenta. Además, “puedes obtener esa cantidad de exposición cuando conduces en tu coche por la carretera”.

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