Presente, pasado y futuro se entrelazan para poner en tus manos un pedacito de la vida de algunas escritoras que encontraron maneras distintas de ver y enfrentarse al mundo. Foto: Especial

El libro “Nuestras resistencias” reúne las voces de escritoras mexicanas contemporáneas

Se trata de una colección de relatos que celebra la diversidad y el poder de la palabra escrita para resistir al olvido, ofreciendo una mirada íntima a las experiencias y reflexiones de diversas escritoras contemporáneas

En cada acto de escritura se desafía al paso del tiempo, se preserva la memoria y se afirma la existencia. Desde esta perspectiva, y en un momento donde el tiempo amenaza con borrar nuestras experiencias y narrativas, la editora y gestora cultural, Ariana Aquino Ortega, reflexiona sobre el poder transformador de la palabra escrita y su papel fundamental en la lucha contra el olvido.

“Para mí resistir es recordar, y una de las maneras que tenemos de no olvidar es escribir. no dejar que las cosas solo sucedan. También hay muchas maneras de escribir y de resistir, pero uno escribe su historia”, pronuncia Aquino, quien coeditó el libro Nuestras Resistencias: escritoras que nos vuelan la cabeza (Loqueleo) con Ilse Pérez Morales.

Bajo el sello editorial Loqueleo, Nuestras Resistencias: escritoras que nos vuelan la cabeza se puede encontrar en todas las librerías

Este libro se convierte en una celebración de la voz femenina que se niega a ser silenciada. Abraza la convicción de que todas las historias merecen ser escuchadas y contadas.

A través de una meticulosa selección de anécdotas, relatos íntimos y confesiones, el libro explora la mirada de escritoras que han hallado formas únicas de enfrentar al mundo.

“Se daba por hecho lo complicado de leer a una escritora; ahora puedes ir a una librería y encontrar a un montón de autoras. Mi generación casi que leía a las escritoras de contrabando, o sea, entre copias. Yo las leí hasta la universidad, incluso, después, no tuve acceso a muchas escritoras a los 15 años.

“Por eso quisimos hacer este libro, y que, además de reconocer a escritoras como Sor Juana de la Cruz, Amparo Dávila, Rosario Castellanos o a Elena Garro, con una sombra importante, también existen otras voces como Enriqueta Ochoa, Adela Fernández”, explica Aquino a Reporte Índigo.

Con el objetivo de ampliar el horizonte literario y dar voz a nuevas escritoras, Aquino e Ilse Pérez se embarcaron en la búsqueda de relatos y testimonios que reflejaran la diversidad y riqueza de la experiencia femenina.

En este proceso, se encontraron con el entusiasmo de autoras contemporáneas dispuestas a compartir sus recuerdos de juventud y sus reflexiones sobre el poder de la palabra escrita.

Se trata de 15 textos de escritoras como Yásnaya Elena A. Gil, quien presenta un texto de María Sabina llamado “María Sabina: otras maneras de hacer poesía”, Socorro Venegas con “Nellie Campobello: la niña que se asomó a la ventana” o Jumko Ogata quien escribió “Hilando memorias con tinta y voz”.

“Nuestra selección inició como un gusto personal, hicimos una lista sobre a quienes nos gustaría saber su historia, las buscamos y nos sorprendió la reacción de todas, porque les encantó hablarle a las juventudes que además muy pocas habían explorado esa faceta.

“Pensamos en cómo hacerle para que las chicas y los chicos tengan otras oportunidades de leer a las autoras, puede gustarte, o no, pero por lo menos tienes la posibilidad y la oportunidad de acercarte a un texto que es completamente distinto a lo que te han enseñado todo el tiempo”, añade.

Hacía una sociedad equitativa

Aquino reconoce que el camino hacia la equidad en la literatura aún está lejos de ser recorrido en su totalidad, pero destaca el cambio generacional que está ocurriendo, donde cada vez más voces se alzan para reclamar su lugar en la historia literaria.

El libro no solo se centra en la palabra escrita, sino que también propone otras formas de lectura y comprensión del mundo. Ariana enfatiza la importancia de leer no solo con los ojos, sino también con los oídos, el tacto y el gusto, reconociendo que la cocina y las conversaciones cotidianas también son formas de narrar y transmitir historias.

“Me parece súper lindo que las escritoras contemporáneas nos hayan regalado un recuerdo de juventud, que justo fue cómo ellas llegaron a la literaturaAndrea Chapela, por ejemplo, reconoce que en su casa había de todo, y que sólo así leyó a las autoras, pero también hay casos como Jumko, ella reconoce que no todos los libros están al alcance de todos o Yásnaya que ella llegó a la literatura a través de los relatos de su abuela”, aclara.

Todo merece ser contado

La discusión en torno a la palabra, en todas sus formas y expresiones, emerge como un pilar fundamental en la concepción de Nuestras Resistencias. Para la editora Ariana Aquino, esta reflexión es imprescindible en un contexto donde no todas las historias reciben la atención y el reconocimiento que merecen.

Ella desafía la noción de que no todo merece ser contado o escuchado, al argumentar que todas las voces tienen valor y contribuyen a la riqueza de nuestra memoria colectiva. Desde esta perspectiva, la memoria se convierte en un acto de resistencia, en una forma de preservar nuestra identidad y nuestra historia frente al paso del tiempo.

“Todas las historias merecen ser escuchadas y contadas, porque si no nos escuchamos, desaparecemos, por eso es tan importante para mí la memoria y la relaciono con la resistencia. Desde que tengo uso de memoria ha sido mi objetivo en la vida.

'Las generaciones poco a poco están hablando más fuerte y claro y eso permite que nos escuchemos, porque cuando se escucha a una, nos escuchamos todas, tenemos todo un linaje'
Ariana AquinoEditora

“En este momento nos falta un montón para tener todas las oportunidades y todos los espacios que han tenido históricamente los chicos, pero si hay un cambio generacional que es súper importante reforzar. El camino no lo empezamos en esta generación, lo empezaron hace un montón de tiempo”, narra.

Para Ariana Aquino, el proceso de difusión es un esfuerzo colectivo que requiere de la participación de todas las personas involucradas. Es un llamado a romper con las deudas del pasado y a construir juntas un futuro más inclusivo y justo.

Nuestras Resistencias no solo representa un desafío editorial, sino también un viaje personal de aprendizaje y crecimiento. La colaboración con su coeditora Ilse se convirtió en una experiencia transformadora que le enseñó la importancia del compañerismo en el proceso creativo.

“Reconocemos que no ha sido fácil reconocernos, que será siendo complicado, pero estamos en una resistencia, y que hay un montón de maneras de resistir: a través de la palabra, de la risa, del juego y en un montón de cosas, como estar con tus amigas”, puntualiza.

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