El infarto ya es un problema de jóvenes
El sobrepeso y la obesidad generan complicaciones cardiovasculares, además de problemas de vesícula, riñón, respiratorios, gota e incluso algunos tipos de cáncer, por lo que la prevención siempre será el mejor camino
José Pablo EspíndolaEn México, el sobrepeso, la obesidad, y problemas cardiovasculares como el infarto se han convertido en un problema de salud pública, adquiriendo la categoría de epidemia. Uno de los sectores de la población que se ha visto mayormente afectado en los últimos años es el juvenil.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (ENSANUT MC) revela que 36.3 por ciento de jóvenes de entre 12 y 19 años de edad tienen un problemas de sobrepeso u obesidad, mientras que a partir de los 20 años la cifra alcanza el 73 por ciento.
Unas de las comorbilidades más importantes que puede desencadenar ésta condición y que de la misma manera se encuentra en aumento en la población juvenil, son los problemas cardiovasculares. Cada vez son más frecuentes los casos de infarto en jóvenes menores de 35 años.
El doctor Alberto Rubio Guerra, médico internista y miembro del Movimiento Nacional Ciencia en Obesidad, hace un llamado a los jóvenes para generar un cambio en su estilo de vida.
Es imperativo que las nuevas generaciones retomen hábitos encaminados a un estilo de vida más saludable
“Las generaciones pasadas consumían en su mayoría comida hecha en casa y salían al parque a jugar, en la actualidad un número importante de jóvenes se entretiene sentado frente a una pantalla, comiendo productos saturados en grasas y azúcares refinados. Esto tiene como consecuencia una condición de sobrepeso que a la larga lo más probable es que desencadene algún padecimiento cardiovascular y por supuesto aumente el riesgo de infarto”, señala.
Uno de los padecimientos cardiovasculares asociados al sobrepeso y la obesidad que se desarrolla con mayor frecuencia es la hipertensión arterial. En la población mexicana se tiene el dato de que un adulto joven con una cintura menor a 80 cm de diámetro no tiene riesgo de presentarla. Por el contrario, en jovencitos a partir de los 12 años que presentan sobrepeso, el 30 por de ellos son hipertensos.
“Es importante mencionar que, si bien es cierto que el desarrollo de hipertensión arterial en un joven con sobrepeso implica un riesgo latente hacia un infarto, también lo es que su propia condición por sí misma. Por lo que un paciente con estos dos factores, uno a causa del otro, tiene una doble probabilidad de que su corazón se infarte”, asegura.
Eso sucede, de acuerdo con el experto en medicina interna, debido a que la grasa, sobre todo la proveniente de las vísceras, es metabólicamente muy activa y libera una serie de sustancias que en exceso favorecen la inflamación, la enfermedad cardiovascular y el daño renal.
Por ello, Rubio Guerra afirma que hablar de este tema se convierte en una prioridad, así como el buscar generar un trabajo conjunto entre médicos y pacientes para hacerle frente a esta situación.
