La decoración al negativo es considerada una de las técnicas más antiguas de la alfarería mesoamericana; sin embargo, los secretos de su origen y manufactura permanecen ocultos hasta nuestros días, debido a que ninguna investigación ha logrado identificar con exactitud el proceso de elaboración aplicado por los pueblos prehispánicos.
El rasgo distintivo del decorado en negativo consiste en colocar motivos con pigmentos y bloqueadores orgánicos sobre un objeto de barro, y destacarlo mediante un cambio de color que se logra en un complejo proceso de cocción, pero sin alterar la tonalidad del material base.
Que no se te pase leer nuestro #BoletínINAH:
El INAH presenta exposición sobre cerámica al negativo en Michoacán 🗞️🔹La colección de 10 objetos prehispánicos permanecerá hasta el 21 de junio de 2024.#Entérate más en: https://t.co/JTUI6RQbsM
📸 Mónica Itzel Sosa Ruiz. pic.twitter.com/VU0sPzmmQL
— INAH (@INAHmx) March 26, 2024
Las primeras evidencias de este tipo de diseño halladas en Michoacán se registraron en el sitio arqueológico El Opeño, al sur del municipio de Jacona, en 1938, las cuales, se cree, que corresponden al periodo Formativo Temprano (2500-1500 a.C.) y tenían un fin ritual.
Para contribuir al rescate de este conocimiento ancestral, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) invita al público a la exposición Los hijos del fuego. La cerámica con efecto negativo en Michoacán, la cual permanecerá hasta el 21 de junio de 2024, en el Centro INAH Michoacán, en la planta alta.
La muestra, conformada por 10 piezas arqueológicas provenientes de la colección José Cacho Vega, es una selección de diferentes regiones de la entidad, las cuales abarcan las zonas de las Cuencas, Lacustre, del Bajío y de la Costa, detalló la expositora Mónica Itzel Sosa Ruiz.