El arte siempre busca espacios, busca lugares de exhibición y rincones en dónde crear nuevas conexiones humanas. Esto es algo que ha entendido el Centro Cultural El Hormiguero, que ya por cinco años ha buscado convertirse en un lugar de creación y refugio para las artes. En este tiempo, ha desarrollado propuestas contemporáneas y multidisciplinares que generan proyectos de arte comunitario y durante esta semana realiza la quinta edición del Festival de Creación Hormiga.
De manera anual, el Centro Cultural el Hormiguero presenta un festival con el que celebra su labor comunitaria y en favor de comunidades. Desde su inicio en 2018 ha buscado crear y fortalecer colectividades artísticas, para ello trabaja con sectores independientes, en particular con jóvenes, que a travès de su experiencia en El Hormiguero se pueden acercar a profesionalizar su obra y con creadores consolidados que se interesan por hallar nuevas maneras de dialogar con sus pùblicos.
“Año con año se realiza el festival para celebrar la creación comunitaria, las artes que generan un impacto social y nuestro quehacer. Este quinto año le damos un giro al Festival para festejar en grande todo esto que se dice fàcil pero ha sido un trabajo largo y complejo”, comenta Marco Pacheco, director del Centro.
Un cumpleaños en grande
Cómo parte del festejo de su quinto aniversario, El Hormiguero dedicará todo un día a abogar por los derechos con el cuarto Rally por los Derechos Culturales. Será un encuentro donde los artistas participantes podrán presentar sus obras a fin de obtener premios y menciones del Centro Cultural.
“Los derechos culturales van más allá de presenciar una obra de arte, la cultura va mucho más allá de eso. Tiene que ver con la identidad misma, con nuestras diferencias y similitudes, y ahí es donde ponemos mucho el dedo , en nuestra diversidad cultural. Esto se construye desde el lugar en el que naces y creces y eso tiene que ver con los derechos culturales porque también influye en nosotros como seres sociales* afirma Marco.
También habrán tres estrenos de montajes. Galápagos, ganadora del Taller de Dramaturgias Extendidas; El Circo de los Enamorados, una experiencia circense que combina danza aérea, clown y música en vivo, y Raziel, monólogo dirigido por Marco que narra disidencias amorosas.
“Tomamos como pretexto la mitología católica a través de un arcángel que es expulsado de la divinidad, de esta estructura social divina, de estos grandes cánones que nos han dicho deben ser la manera de amar. La obra se planta frente a nosotros para cuestionarnos, desde la comedia y el cabaret, cuáles son nuestras diferentes maneras de relacionarnos”, sanja el director.
Para El Hormiguero, un artista es más que una persona que maneja una técnica o un concepto, ellos lo vislumbran como un ente social que tiene la obligación de voltear a ver al otro para fraternizar y ser un factor de cambio. Su nombre evoca imágenes de cooperación, de muchos individuos levantando hojas o semillas para juntos construir una comunidad.
“El Hormiguero se llama así porque tomamos como avatar a las hormigas. Mucho se dice que tienen una sociedad casi tan avanzada como la nuestra y nosotros ponemos el dedo en el renglòn y decimos que ojalá fuéramos un poco más como las hormigas, porque ellas trabajan en equipo por un solo objetivo que es el bien común y asì es como lo venimos haciendo desde 2018, esforzándonos en conjunto por un solo objetivo, que es la existencia de este ente que quiere seguir siendo un punto de apoyo para las artes independientes en la ciudad”, menciona el director de El Hormiguero.
Una labor de Hormigas
Para crear comunidades, El Hormiguero trabaja con siete líneas de acción que atienden a un público específico y pretenden generar un impacto particular, estas son Compañía de Teatro Comunitario, Larvas Creativas, Rally por los Derechos Culturales, Bazar Hormiga, Festival de Creación Hormiga, Programación por Convocatoria y Hormiguero Colectivo.
“Solamente dando continuidad y seguimiento a cada una de estas líneas es que vamos fomentando este sentido de comunidad. Por ejemplo, en Larvas Creativas recibimos de manera anual a dos compañías para que estén en residencia con nosotros, aquí puedan aprender y hacer uso de las instalaciones, despuès los vinculamos con diferentes profesionales de las artes escénicas e instancias gubernamentales y privadas para que al salir de aquì con su proyecto listo puedan tener mayor circulación . Algo que nos da mucho gusto es ver cómo estas compañías llegan a espacios como la muestra nacional de teatro o ganan el Festival Internacional de Teatro Universitario, pero a su vez ellos vuelven a regresar de manera que se va formando este sentido de comunidad”, reflexiona Marco.
Este aniversario sirve como un punto de reflexión para que El Hormiguero se proponga metas a futuro que lo lleven a sortear los retos que se avecinan. El principal desafío que Marco visualiza, para este proyecto y para las artes en general, es la sustentabilidad y en el Centro Cultural tienen planeado experimentar y encontrar soluciones comunitarias para este problema colectivo.
“Los próximos cinco años vamos a poner mucho énfasis sobre la sustentabilidad a través de poner en práctica un modelo circular que hemos venido poniendo en acción poco a poco. Este modelo está sostenido por nuestras siete acciones y va a estar atravesado por diferentes actores sociales, tanto los tres órganos de gobierno como la iniciativa privada, mediante fundaciones y corporativos, y la sociedad civil organizada con comunidades específicas con las que ya trabajamos”, apunta el director de El Hormiguero.