El hombre: la culpa y la solución

No es novedad, pero hoy la ciencia puede asegurar con un 95 por ciento de certeza que el cambio climático es culpa del hombre. 

De acuerdo al nuevo informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se presentó en Estocolmo, Suecia, “el calentamiento en el sistema climático es inequívoco” y “la influencia humana en el sistema climático es clara. Esto es evidente en la mayoría de las regiones del mundo”. 

En esta primera parte del Quinto Reporte de Evaluación del IPCC, expertos afirman que “(…) muchos de los cambios observados en el sistema climático desde 1950 no tienen precedentes ni en decenios, ni en milenios.  Cada una de las últimas tres décadas ha sido más cálida que la anterior en la superficie de la Tierra, sucesivamente”. 

Thomas Stocker, del Grupo de Trabajo I del IPCC, alerta en un comunicado que es muy probable que se produzcan olas de calor con más frecuencia y que serán de mayor duración. 

“Las continuas emisiones de gases de efecto invernadero causarán un mayor calentamiento y cambios en todos los componentes del sistema climático. Limitar el cambio climático requerirá reducciones importantes y sostenidas de las emisiones de estos gases”, agrega. 

En el marco de la reunión científica del IPCC que inició la semana pasada, Mary Robinson, ex Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, declaró que la ciencia ha dejado claro que hay un límite seguro de emisiones que ya rebasó el hombre. Por lo que alega que “el cambio climático se ha convertido en un asunto de Derechos Humanos”.

Quizá la solución para que el hombre revierta esta problemática está en la llamada geoingeniería o ingeniería climática, que aún está en fase de desarrollo.

La Royal Society de Londres define a la geoingeniería como “la manipulación a gran escala del medio ambiente y las condiciones atmosféricas planetarias para contrarrestar las consecuencias del cambio climático”. 

Pero, ¿es viable? Steve Rayner, del Programa de Geoingeniería de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, dice en la BBC que “sería irresponsable no explorar el potencial (de la geoingeniería) para entender las tecnologías de la mejor manera que podemos”.

De ser utilizada esta técnica, se  “devolverían” los rayos del sol al espacio.