Han pasado nueve años desde que los físicos rusos Andre Geim y Konstantin Novoselov descubrieron el grafeno, una lámina de carbón de un átomo de grosor y que se ha convertido en uno de los mayores descubrimientos del siglo 21.
Pero fue a partir de 2010, cuando ambos científicos recibieran el Premio Nobel de Física por sus innovadores experimentos con este ultraligero material, que la apuesta por este campo emergente cobró fuerza.
Hoy, gracias a las valiosas propiedades del grafeno, este material ha sido aplicado en la industria del tenis, específicamente en las raquetas “Speed e Instinct”, de la firma Head.
La novedad de estas raquetas, señala Head en su sitio Web, es la redistribución de su peso gracias a lo ligero del grafeno.
Entre las cualidades que destacan a este supermaterial es la flexibilidad, extrema delgadez, gran resistencia mecánica (200 veces mayor a la del acero y más que el diamante) y una alta conductividad eléctrica.
Según un informe de Lux Research, para el año 2020 se estima que la facturación del grafeno en el mercado será de 126 millones de dólares.
Arte + Grafeno
El mundo del arte también se verá beneficiado con grafeno, y es que la empresa asturiana Treelogic está liderando “Inside”, un proyecto europeo del Séptimo Programa Marco de la UE que apunta a desarrollar un sistema para desvelar las imágenes ocultas en las obras de arte y objetos arqueológicos.
El sistema consiste en un prototipo de escáner que utilizará una radiación electromagnética a frecuencias de terahertz, que no causan daños a las obras y la transmisión de datos de la señal será precisamente de grafeno.
