En 1997, una plataforma llamada Netflix se creó para alquilar DVD’s en línea, dándole la oportunidad a sus clientes de votar por su cinta favorita, 22 años después, esta empresa es una de las casas productoras más reconocidas a nivel mundial, pues algunas de sus series y filmes originales han sido merecedoras de premios, además de que cuenta con un aproximado de 153 millones de suscriptores por todo el mundo.
La serie Stranger things (2016) y la película Roma (2018) son sólo dos ejemplos de productos creados y estrenados en Netflix que superaron en galardones a proyectos lanzados en cine comercial, haciendo creer a la sociedad que llegaron al mismo nivel de calidez cinematográfica.
Gabriela Bautista, crítica de cine y académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostiene que por el reconocimiento que ha tenido el trabajo de la plataforma es que hoy día se le compara con el cine comercial.
“Estamos hablando de un medio de otra opción, no los pondría en una posición de competitividad aunque así se ha venido dando en el discurso colectivo; es como la discusión entre el libro impreso y el digital”, dice Bautista.
Reyes Bercini, cineasta y profesor de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC), coincide con Bautista y agrega que el fenómeno Netflix es como el que sucedió con el teatro cuando apareció el cine en 1895, ya que se pensaba que uno eliminaría al otro y no fue así, se convirtió en un elemento más de entretenimiento.
De acuerdo con el cineasta, ambas opciones seguirán desarrollándose. En las salas de cine, por ejemplo, continuarán jugando con los volúmenes, como las películas en 3D o 4D, con el fin de situar al público más cerca del actor.
“Para mí, la plataforma en línea sólo entraría en competencia con las salas de cine para darle una opción cinematográfica más al público y que éste no se quede con las únicas dos opciones empresariales que tenemos en el país, Cinemex y Cinépolis”, señala Gabriela Bautista.
¿Por qué involucrarse con Netflix?
Alfonso Cuarón, Martin Scorsese y Steven Soderbergh son algunos de los directores que apostaron por Netflix, dándole tiempo al espectador de ver su producto con las interrupciones que desee.
Gabriela Bautista opina que la plataforma en línea es para los actores y directores que logran adaptarse y que desean llegar a otros públicos, generalmente jóvenes, viéndolo desde el punto de vista generacional.
“A la gran mayoría de jóvenes les gusta más por cuestión de inercia, de familiaridad, ahora vemos a los niños con los dispositivos electrónicos como con cualquier juguete (…) Al final se vuelven devoradores insaciables, quieren saber más de esa historia, cómo va avanzar y cómo va a concluir”, comenta.
En ese sentido, asegura que el público puede preferir de alguna manera Netflix, porque en cuanto termina una película le muestra al público un menú amplio de otros temas similares, no pierde el tiempo en salir de una sala de cine, comprar otro boleto y ver una pila de publicidad que en la plataforma no hay.
Javier Olivares, guionista, historiador y dramaturgo, comenta en el libro Paradigma Netflix. El entretenimiento de algoritmo (UOC, 2018) que uno de los factores de crecimiento de las plataformas es que ofrecen productos sin salir de casa, pues son nuevos tiempos.
“El espectador decide qué, cuándo y cómo. Es su propio programador. Ese es el éxito de Netflix, con un concepto propio de videoclub aplicado a las nuevas tecnologías”, describe Olivares.
Para Reyes Bercini, la empresa estadounidense encontró oro al saber llegar a las plataformas digitales, pues además trata de hacer más cinematográfica la historia que se está narrando.
“Si las nuevas plataformas, Netflix incluida, dejan de arriesgar y se olvidan de la autoría y la calidad, perderán a un público que huyó de la televisión tradicional para que le contaran nuevas y buenas historias”, destaca el guionista Javier Olivares.
Finalmente, según el académico Reyes Bercini, la plataforma en línea llegó para tener nuevas fuentes de trabajo para los egresados de cine, convirtiéndola en una oportunidad más de crecimiento.