El estrés está en la ‘cabeza’
"El estrés es mental y/o psicológico", se suele pensar, sin embargo, expertos de la compañía británica Heptares Therapeutics encontraron una molécula ubicada en la glándula pituitaria, que es la "culpable" de que se secreten hormonas relacionadas con el estrés, la depresión y la ansiedad.
Para esta investigación se utilizó la Diamond Light Source, una de las mejores máquinas de rayos X del mundo, con la que se analizó detalladamente la glándula pituitaria o hipófisis.
María Alesandra Pámaneshttp://www.youtube.com/watch?v=fir6KhVI7UI
“El estrés es mental y/o psicológico”, se suele pensar, sin embargo, expertos de la compañía británica Heptares Therapeutics encontraron una molécula ubicada en la glándula pituitaria, que es la “culpable” de que se secreten hormonas relacionadas con el estrés, la depresión y la ansiedad.
Para esta investigación se utilizó la Diamond Light Source, una de las mejores máquinas de rayos X del mundo, con la que se analizó detalladamente la glándula pituitaria o hipófisis.
Se tenía conocimiento de que la glándula pituitaria provocaba trastornos como estrés y ansiedad, ya que la misma está relacionada a la liberación de sustancias químicas en la sangre. Pero la ciencia desconocía la existencia de esta nueva molécula.
Se trata de la molécula CRF1, una proteína situada en las membranas externas de las células de la glándula pituitaria, a la que también se le denomina la “molécula de la miseria”.
‘Fábrica’ de hormonas de ansiedad y depresión
“Una cuarta parte de la población adulta sufre de depresión y ansiedad, enfermedades ligadas con el estrés”, señala Fiona Marshall, directora científica de Heptares Therapeutics.
Marshall agrega que “muchas personas no caen en cuenta de que estas condiciones están controladas por proteínas cerebrales como la CRF1”.
La “molécula de la miseria” detecta –desde su ubicación en las membranas externas de las células de la glándula pituitaria– la tensión que detecta el hipotálamo, la parte del cerebro que se encarga de producir hormonas que controlan el hambre, los estados de ánimo, las emociones y el sueño.
¿Rumbo a la cura del estrés?
No hay una cura para el estrés y tranquilizarse y/o llevar una vida con actitud positiva ayuda, pero no resuelve el problema desde el origen. Menos si se toma en cuenta este hallazgo, en el que se establece que la molécula del estrés está instalada en el cerebro.
El descubrimiento de Fiona Marshall y su equipo de la compañía Heptares Therapeutics pretende que tras haber localizado a la CRF1, así como tras haber analizado su estructura a profundidad, se podrán desarrollar fármacos que actúen directamente en su estructura.
A su vez, que se pueda bloquear la actividad de esta molécula, evitando que se dispare la secreción de hormonas y por ende, los trastornos de ansiedad, estrés y depresión.
Con mayor razón si actualmente hay enfermedades y síntomas derivados del estrés que pueden desencadenar padecimientos graves como cáncer. También hipertiroidismo, problemas cardiovasculares y problemas digestivos, tales como gastritis y colitis.
Al igual que diabetes, migrañas, caída de cabello, acné, urticaria, enfermedades coronarias y/o mentales.
Con la tecnología de la máquina Diamond Light Source se planea que, al igual que en este estudio de la glándula pituitaria, se analicen a profundidad las moléculas relacionadas con la diabetes tipo 2, con la esperanza de desarrollar un fármaco que se puede administrar vía oral, en lugar de las inyecciones de insulina.
Este experimento inclusive se podría replicar para analizar otro tipo de moléculas y estructuras cerebrales que den pie al origen de problemas como el desarrollo de tumores malignos, por mencionar un ejemplo.
El origen y la cura
Recordarás la Secundaria si te hablan de la glándula pituitaria, la cual forma parte del sistema endocrino. En la también llamada “hipófisis”, se encuentra la CRF1, una molécula que si se bloquea con un fármaco como prevé la ciencia, se podría evitar el estrés.