El ejercicio te hace inteligente

No importa cuál sea el ejercicio que más disfrutes hacer, ya que cualquier actividad física que realices mejora el funcionamiento cognitivo y la capacidad de la memoria.

Justin Rhodes, psicólogo de la Universidad de Illinois, dice en Scientific American que cada vez hay más evidencia que sugiere que las personas “piensan y aprenden mejor” cuando salen a correr, trotar o incluso a hacer rutinas físicamente más demandantes como crossfit.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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Hacer ejercicio todos los días provoca que se produzca una proteína que estimula el crecimiento de las neuronas
http://www.youtube.com/watch?v=VioQXxzYH1s

No importa cuál sea el ejercicio que más disfrutes hacer, ya que cualquier actividad física que realices mejora el funcionamiento cognitivo y la capacidad de la memoria.

Justin Rhodes, psicólogo de la Universidad de Illinois, dice en Scientific American que cada vez hay más evidencia que sugiere que las personas “piensan y aprenden mejor” cuando salen a correr, trotar o incluso a hacer rutinas físicamente más demandantes como crossfit.

Una de las claves de este beneficio está en el flujo de la sangre. Cuando la persona hace ejercicio, su presión arterial se dispara, al igual que el flujo sanguíneo, explica Rhodes, un proceso que incluye la irrigación de la sangre que llega al cerebro.

Y, “puesto que la sangre transporta el oxígeno –algo que a los cerebros les encanta–, tendrás más disposición para hacer las cosas”, dice Drake Baer de FastCompany. 

Otro beneficio es el mejoramiento del razonamiento verbal, según el Iritis Journal of Sports Medicine, el cual también es producto del irrigamiento de la sangre en el cerebro. Específicamente en la parte prefrontal.

Hacer ejercicio diariamente fortalece la memoria, dice una publicación en el Journal of Alzheimer’s Disease, aludiendo a un estudio en el que los participantes voluntarios lograron recordar más imágenes una hora después de hacer seis minutos de bicicleta, en comparación con los que no hicieron este ejercicio.

Sus resultados también reportaron que sintieron menos estrés y ansiedad.

Según esta investigación, todo podría estar en la norepinefrina, un químico cerebral producto del ejercicio.

La revista Men’s Health señala que el ejercicio también provoca que se produzca una proteína que estimula el crecimiento de las neuronas.

Aerobics, natación, gimnasio y hasta kung fu hacen que el hipocampo se vuelva más activo y Justin Rhodes subraya que “cuando se aceleran las neuronas en esta estructura (hipocampo), mejora nuestro razonamiento cognitivo”.

Si el ejercicio se realiza durante las mañanas, los resultados son mejores. Carlos Bernardos, director técnico de GO fit, dice que, por muy simple que se escuche, hacer ejercicio en la primera hora del día evita que haya imprevistos y por ende, que se deje a un lado.

Bernardos comenta que además puede mejorar el humor de la persona desde que amanece, pues “la actividad física mejora el humor debido a la producción de endorfinas (…) unas moléculas producidas por una pequeña glándula situada en la base del cerebro que se estimula con el ejercicio físico”.

Las endorfinas “permiten inhibir las fibras nerviosas que transmiten el dolor y producen una disminución de la ansiedad y aumentan la sensación de bienestar”, añade.

La pastilla 
del workout

Para aguantar durante la actividad física se necesita esfuerzo y voluntad. Científicos del Instituto de Investigación Scripps (TSRI), en Florida, crearon un fármaco que aumenta la resistencia durante el ejercicio, afirma Nature Medicine. 

Aunque solo se ha probado en animales, los expertos pretenden ayudar a las personas que tienen limitaciones graves para aguantar y/o hacer ejercicio, tales como enfermedades pulmonares, obesidad e insuficiencia cardiaca.

Los compuestos de este fármaco afectan el reloj biológico, que sincroniza el ritmo de las actividades del cuerpo durante el día y la noche. 

Esta droga funciona al unirse con una molécula natural del cuerpo, Rev-erba, que tiene influencia en la glucosa en el hígado y en el metabolismo de los lípidos. También en la producción de las células que almacenan la grasa. 

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