El “Eclipse mexicano” une a familias en la sede de la Sociedad Astronómica Mexicana

El llamado “Eclipse mexicano” ocurrió. Cientos de personas se reunieron en la sede de la Sociedad Astronómica Mexicana (SAM) para ser testigos de un hecho histórico, que no se repetirá en el país hasta 2052.

En el Planetario “Ingeniero Joaquín Gallo”, ubicado en el Parque de los Venados, en la alcaldía Benito Juárez, cientos de personas se reunieron. Familias completas fueron esperando ver este fenómeno astronómico que tuvo su punto máximo a las 12:14 horas.

“¡Lo veo, lo veo, lo veo!”, gritó un niño que cargado por su madre observaba el eclipse a través de uno de los telescopios que prestó la SAM. Vendedoras ambulantes aprovecharon el momento para ofrecer sus productos: las nieves y los tacos de canasta fueron la sensación.

Algunos niños acudieron al lugar con cajas oscuras para apreciar el evento. La emoción fue evidente al darse cuenta de que su invento estaba funcionando. Lo prestaban y los demás asistentes les aplaudían. Se vivió una verdadera fiesta astronómica.

La gente platicaba, se conocía y contaba sus historias. Aquellos afortunados que fueron testigos del eclipse de 1991 compartían la hazaña de llegar a este, a una fecha que parecía tan lejana, pero que hoy ya es parte de la historia de México.

Hubo música también. En el punto máximo del eclipse un hombre hizo sonar los caracoles. La gente cayó. Vivió el momento. Miró al cielo y contempló el eclipse. Después los aplausos aparecieron y el ánimo, al igual que la luz del Sol, retornó.

Poco a poco el eclipse se apagó y la gente partió feliz y orgullosa de saber que fue parte de este momento que seguramente estará en los libros de texto y en más de una plática de mesa.

“¿Dónde estabas durante el eclipse solar total de 2024?”, será una pregunta que la gente se hará a lo largo de los años. Así se vivió el “Eclipse Mexicano”.