La noticia recorrió el mundo en pocas horas: Orlando Bloom había intentado dar un golpe a Justin Bieber durante una cena en el restaurante “Cipriani”, en Ibiza.
Un video difundido por TMZ mostraba al cantante de 20 años evitando el puñetazo, y en el reporte se aseguró que abandonó el lugar inmediatamente, lo que provocó los aplausos de los presentes.
Los testigos oculares afirmaron que Justin dijo a Orlando que Miranda Kerr, exesposa del actor y madre de su hijo Flynn, le había prometido que lo “convertiría en un hombre”. Este rumor se fortaleció cuando el cantante compartió en su cuenta de Instagram una imagen de la modelo en bikini, que borró pocos minutos después.
Los rumores de una relación entre Miranda y Justin surgieron en el 2012, cuando este participó en el tradicional desfile de Victoria’s Secret. Meses después del anuncio de la separación de Miranda y Orlando, el actor fue visto con Selena Gomez, expareja del cantante.
Por ello, que haya tensión entre los dos rompecorazones no es una sorpresa.
¿Protagonista o actor secundario?
La actitud de Orlando es comprendida por la mayor parte de los interesados, ya que los presentes en el “Cipriani” tuvieron una buena razón para aplaudir cuando Justin Bieber salió del lugar –el cantante lleva dos años sin producir contenido original, y su fama se ha alimentado exclusivamente de escándalos.
Y, como en el caso de Kim Kardashian y Kanye West, la presencia mediática basada en escándalos suele cansar a la audiencia.
Tras ser arrestado en enero de este año por manejar bajo la influencia de sustancias intoxicantes, y una serie de situaciones controversiales durante los meses anteriores, en los que fue blanco de una acusación por vandalismo, ni siquiera sus fieles fanáticas parecen seguir de su lado.
Su tumultuosa relación con Selena Gomez no ayudó a limpiar su imagen y el más reciente chico malo del espectáculo sigue siendo solamente eso: un chico malo. Sin música y sin éxitos nuevos. Su adquisición más importante este año ha sido una fotografía en un traje naranja con los ojos rojos y una sonrisa forzada.
La otra cosa que ha quedado clara es que Orlando Bloom aún no supera a su expareja, hecho que tiene sentido si se consideran verdad los rumores que sugirieron que el matrimonio terminó por las infidelidades de la modelo.
Y, mientras tanto, el mundo tiene otro conflicto a la Jennifer Aniston contra Angelina Jolie. Y el “Equipo Bieber” saldrá perdiendo a menos de que su capitán haga algo al respecto, y pronto.