El dolor depende del cerebro

Cuando se experimenta cualquier tipo de dolor físico, algunas personas dicen sentirlo con más agudeza  que otras. Y no están exagerando, realmente lo sienten más fuerte.

Mientras que para algunos ponerse un piercing o un tatuaje puede ser una pesadilla, otros apenas y se inmutan. 

¿Pero qué hace que algunas personas tengan el umbral del dolor más alto que otras? 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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Cuando se experimenta cualquier tipo de dolor físico, algunas personas dicen sentirlo con más agudeza  que otras. Y no están exagerando, realmente lo sienten más fuerte.

Mientras que para algunos ponerse un piercing o un tatuaje puede ser una pesadilla, otros apenas y se inmutan. 

¿Pero qué hace que algunas personas tengan el umbral del dolor más alto que otras? 

Según un nuevo estudio realizado por científicos del Centro Médico Wake Forest Baptist, en Carolina del Norte, el volumen de materia gris en ciertas áreas del cerebro marca la diferencia en la intensidad de la percepción del dolor. 

La materia gris en el cerebro “procesa la información muy similar a como lo hace una computadora”, explica un comunicado de la institución.

En la investigación, cuyos resultados fueron publicados en  la revista científica Pain, 116 voluntarios fueron sometidos a una prueba de dolor, para reportar la intensidad de la molestia.

Después, se escaneó la estructura de su cerebro a través de una imagen por resonancia magnética (IRM). 

Los participantes que reportaron la mayor intensidad de dolor tenían menor materia gris en regiones del cerebro que contribuyen a los pensamientos internos y al control de la atención”, dice Nichole Emerson, autor del estudio. 

Por otro lado, se encontró que aquellos con mayor tolerancia al dolor tenían mayor cantidad de sustancia gris en una área del cerebro que juega un papel crucial en la atención. 

Esto significa que los que pueden enfocar mejor su atención en algo más que no sea el dolor en sí, por lo que tienen mayor capacidad para mantener la sensación bajo control. 

El doctor Robert Coghill, quien también participó en el estudio, señala que estas diferencias en la estructura del cerebro pueden servir de base para desarrollar mejores herramientas para el diagnóstico, la clasificación, el tratamiento e incluso la prevención del  dolor. 

Y es que el dolor va más allá de ser una sensación de molestia temporal. Hay quienes viven con dolor crónico por enfermedades como cáncer, artritis y migrañas. 

En entrevista para Reporte Indigo, Sara Bistre,  ex presidenta de la Asociación Mexicana Para el Estudio y Tratamiento del Dolor A.C. (AMETD), comenta que casi 25 millones de personas padecen de algún tipo de dolor en México. 

El dolor físico es una de las principales causas de incapacidad laboral en el país. 

Además de la automedicación, otro de los problemas que enfatiza Sara Bistre es un diagnóstico erróneo del origen del dolor, lo que se traduce en un tratamiento analgésico inadecuado.

 

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