Si vives en una ciudad en donde la temperatura puede superar los límites modernos de tolerancia al calor, sabes que tener aire acondicionado en el automóvil, oficina e incluso en el hogar, deja de ser un lujo y se convierte en una necesidad.
La capacidad de controlar el clima de un lugar determinado a nuestro antojo, es uno de los avances modernos más olvidados. Simplemente lo damos por sentado.
Si trabajas en una oficina climatizada, sabes de la incomodidad que provoca laborar un día con el aire acondicionado averiado. No solo eso, según varios estudios, sí existe una relación entre productividad laboral y temperatura controlada.
Por ejemplo, un estudio de la Universidad Waseda en Tokio, encabezado por Shin-ichi Tanabe, concluyó que por cada grado que se incremente la temperatura después de los 25°C resulta en una caída del dos por ciento en productividad en las oficinas.
Según lo que retoma un artículo publicado en The New York Times (NYT), al final del día esto significaba una pérdida de 30 minutos en el trabajo. Cuando las temperaturas oscilan entre los 27 y 30°C, se registran en las oficinas “dolores de cabeza, somnolencia y aumento en la dificultad para concentrarse, lo que puede explicar la caída en el rendimiento”, explica el artículo.
También está el otro extremo: las oficinas–congeladoras. Los empleados que trabajan con frío tienden a ser menos eficientes, según una investigación de Alan Hedge, profesor de ergonomía en la Cornell University.
Para llegar a esta conclusión, Hedge midió el tecleo que hacían los trabajadores en sus computadoras, manipulando la temperatura desde 20 hasta 29.5°C.
¿El resultado? A casi 30°C, los trabajadores teclearon casi al doble por minuto que a una temperatura tan baja como 20°C. A una baja temperatura los empleados cometieron un porcentaje más elevado de errores.
En otra investigación enfocada en oficinas de Tailandia, se encontró que los mejores rangos de temperatura para trabajar en las mañanas es entre 26 y 28°C, mientras que para la tarde era de 24.5 a 26°C. Con estas temperaturas, la productividad en las oficinas tailandesas se incrementaba en la mañana hasta un 18 por ciento, de 1 a 15 por ciento en la tarde y un 7 por ciento cuando anochecía.
Impacto del A/C
El aire acondicionado es el nuevo símbolo de estatus de la pujante clase media en los países en vías de desarrollo. Un objeto de deseo que es la diferencia entre incrementar los niveles de vida –confort para dormir– o seguir sufriendo las inclemencias del calor.
El potencial de crecimiento para la industria del A/C es impactante: casi la totalidad de las 30 megaciudades más pobladas del mundo se encuentran en los trópicos. El “problema” es que la mayoría son ciudades en vías de desarrollo localizadas en India, Tailandia, Vietnam, Filipinas, Indonesia, Pakistán, Bangladesh o Nigeria, por nombrar algunas.
Según un estudio de Michael Sivak de la Universidad de Michigan, la demanda de energía proveniente de este creciente sector será de un enorme impacto. Para dimensionar la demanda que se viene, la firma McKinsey Global Initiative estima que para el año 2025, mil millones de personas entrarán a la “clase consumidora”. Es decir, todo un ejército de clase medieros dispuestos a tener las comodidades modernas, entre ellas la de un aire acondicionado.
Y es que en ciudades como Chennai (India), Bangkok, Manila, Yakarta (Indonesia), Karachi (Pakistán), Lagos (Nigeria) y Río de Janeiro, la venta anual de aire acondicionado ya está creciendo y por dobles dígitos en estas economías emergentes, según un artículo de NYT.
Existe una preocupación por el inminente incremento en la demanda de energía; tan solo en Mumbai, para mantener las necesidades de aire acondicionado que requerirán sus 18 millones de habitantes, se necesitará un cuarto de la energía que mantiene el A/C de los estadounidenses.
Si todos los habitantes del mundo viviéramos bajo los mismos estándares de vida que los estadounidenses, necesitaríamos de cinco planetas. Según la publicación Scientific American, la huella de carbono de los consumidores en los países en vías de desarrollo que no tienen aire acondicionado es de 3 toneladas. La huella de carbono promedio de los consumidores estadounidenses es de 20 toneladas, que incluye el consumo de A/C en casas y edificios, así como el combustible que usan para transportarse.
Según esta publicación, investigaciones en Alemania sugieren que el planeta solo puede soportar una huella de 5 toneladas por habitante.
Desarrollo de tecnologías
La creciente demanda por el A/C también ha despertado a la innovación para crear productos que sean más eficientes y contaminen menos.
Tal es el caso de un nuevo A/C desarrollado por la compañía Honeywell para los vehículos 2013 de General Motors en Europa: según la empresa, reduce hasta en un 99.7 por ciento el impacto de calentamiento global.
En Estados Unidos, ARPA-E (una agencia de gobierno) ha inventado una aleación de metal para que sustituya el refrigerante en acondicionadores de aire y sistemas avanzados de refrigeración.
Más A/C
Ranking de ciudades que más días necesitan tener A/C. La mayoría, en vías de desarrollo:
1. Chennai, India
2. Bangkok
14. Miami
15. Río de Janeiro
28. São Paulo
29. Osaka, Japón
33. Lima, Perú
41. Buenos Aires
45. Cd. de México
Índice desarrollado por Michael Sivak de la Universidad de Michigan. La única ciudad “desarrollada” en los primeros 20 lugares es Miami.