El devenir de los mexicanos

Conquista 21: luchar por el destino, pieza unipersonal del artista escénico Omar Guadarrama, fue concebida con el propósito de resignificar la violencia y crueldad acontecidas durante la caída de México-Tenochtitlán
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Han pasado ya 500 años de la conquista de México-Tenochtitlán y, a través de todo este tiempo, han existido múltiples versiones, tanto de los llamados “vencidos” como de los “vencedores”. En la actualidad,muchos puntos de vista se han discutido, analizado y referido, incluso desde las artes escénicas, por su relevancia histórica, así como por sus implicaciones sociales y políticas.

En esta ocasión, la pieza performática Conquista 21. Luchar por el destino se suma a las conmemoraciones de la lucha entre el reino español y el imperio azteca como una forma de reflexionar y resignificar conceptos que hasta la fecha se mantienen latentes.

“Decidí trasladar una serie de conceptos al hecho escénico, como la conquista, el destino, la crueldad, la violencia, para invitar al público a hacer una revalorización en nuestras vidas, reflexionando sobre quiénes somos como mexicanos mestizos y, por ende, hacia dónde vamos, cuál es el destino que nos depara”, indica Omar Guadarrama, creador de esta pieza que tendrá tres funciones en el Centro Cultural El Hormiguero.

El artista escénico indica que la actual pandemia también fue un factor detonante para la creación de la pieza y su objetivo, el cual consiste en invitar a la introspección y reflexionar en las lecciones que deparan, de aquí en adelante, al ser humano y su devenir.

Conquista 21. Luchar por el destino surgió a partir de la investigación de Omar Guadarrama para su tesis de Maestría en Artes, en la Universidad de Bielefeld, Alemania, en la que, a partir de un contextohistórico-estético, se adentró en hacer un análisis de obras, tanto de la época, como de autores mexicanos como: Miguel León Portilla, Vicente Leñero, Carlos Fuentes y Sabina Berman.

También indagó en visiones literarias, análisis de notas periodísticas y artículos de la época, como las cartas de conquista y relación que escribió Hernán Cortés; así como en artículos que narran este hecho histórico desde la visión europea.

“Tratamos de no caer en un discurso maniqueísta de quiénes son los buenos o malos, simplemente fueron dos visiones, dos mundos integrados por seres humanos, lo que conlleva a una complejidad infinita” refiere.

Asimismo, el artista pretende mostrar algunos vínculos que hay entre la sociedad actual y la de hace 500 años, como la violencia. 

“Hay algo que se sigue manteniendo, la incertidumbre de no saber quiénes somos y hacia dónde vamos, y creo que eso, tanto la comunidad española y mexicana tenemos en común, de preguntarnos cosas de historia, de cuestionar sobre nosotros mismos, el destino que queremos, que as- piramos a obtener y desechar a corto o mediano plazo como seres mestizos que somos la mayoría de los mexicanos”, abunda. 

Conquista 21 plantea el uso de recursos teatrales como luz, sonido y video, que son operados desde el escenario por el intérprete, además de elementos simbólicos como papel, arena, agua y fuego, que buscan resignificar las acciones desde un punto de vista ritual; éstas se cruzan con una narrativa dramática y literaria, gracias a textos históricos relacionados al tema y a fragmentos autobiográficos. 

De acuerdo con Omar, duran- te todo este proceso, desde su investigación hasta el momento del montaje escénico, ha estado envuelto en más preguntas que respuestas, lo cual busca también generar en el público que presencie Conquista 21. 

“No pretendo representar sino exponer cosas, sentires que yo, incluso, también obtengo. Involucro parte de mi esencia, de mis orígenes y esa es la pretensión que deseo, que cada uno de los espectadores realice este análisis de menor o mayor medida, una reflexión en torno a nosotros mismos”, explica.

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