Este fin de semana el planeta fue testigo de una nueva consecuencia del cambio climático. El desierto del Sahara, uno de los lugares más áridos del mundo, sufrió sus primeras inundaciones por primera vez en al menos 30 años.
En primer lugar es importante tener en cuenta que en el Sahara sí llueve, pero suele recibir apenas algunos centímetros al año y no suele ser en estas épocas.
Sin embargo, durante dos días de septiembre, cayó una lluvia intensa en partes del desierto en la zona sureste de Marruecos, luego de que un sistema de baja presión avanzó por el noreste del Sahara.
Según detalles preliminares de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), se percibieron casi 20 centímetros de lluvia en algunas partes del desierto.
El desierto se inunda por primera vez en décadas
Houssine Youabeb, de la agencia meteorológica de Marruecos, dijo a la agencia AP que es la primera vez entre 30 y 50 años que tienen tanta lluvia en tampoco tiempo.
Este fin de semana, la ciudad desértica de Errachidia registró casi siete centímetros de lluvias, la mayor cantidad en solo dos días. Esto representa más de cuatro veces más lluvia de lo normal para todo el mes de septiembre y equivale a más de medio año para la zona, detalló CNN.
La cantidad de lluvia que cayó en la zona provocó un contradictorio paisaje en el desierto, al formarse pequeñas lagunas entre las dunas de arena. Las imágenes de inmediato se viralizaron en redes sociales.
La lluvia también rellenó lagos secos, como el del Parque Nacional de Iriqui. Imágenes satelitales de la NASA también identificaron lagos recién formados en franjas del noroeste del Sahara.
El fenómeno de tormentas que avanzaron más al norte de lo habitual, hacia esta zona del Sahara, se ha vinculado al cambio climático provocado por la actividad humana, según algunos estudios.
First floods in the Sahara in half a century
— Science girl (@gunsnrosesgirl3) October 12, 2024
Asimismo, algunas proyecciones estiman que en el futuro cercano podrían esperarse más eventos de lluvias extremas en el desierto del Sahara en el futuro. Esto representaría una súbita transformación de este ecosistema.