Por cuestiones de contrato, Carlos Quintanilla Sakar no podía trabajar en la televisión mexicana, así que aceptó ser el director de una preparatoria por dos años. Si bien al principio creyó que se trataría de una experiencia lúdica y divertida, lo que sucedió fue más allá de eso, ya que pudo adentrarse en el mundo de la Generación Z.
Dicha experiencia que califica como una de las mejores de su vida, porque lo llevó a adentrarse en el mundo de los jóvenes, desde sus pasiones hasta sus dificultades, fue el detonante para crear la serie Control Z, que está estrenando segunda temporada en Netflix.
“Fue una experiencia única, pero muy intensa, porque los estudiantes están viviendo la vida al máximo, están tratando de ser felices, pero en el camino hacen muchas cosas. Fue divertido, pero complejo, pues me tocó ver cómo piensa la sociedad hoy en día y cómo está el bullying”, comenta Quintanilla.
Además, explica, pudo ver cómo están los adultos frente al problema del bullying, con maestros que son muy colaboradores y otros a quienes no les importan los alumnos, mientras existen papás que quieren lo mejor para sus hijos, pero no saben cómo hacerlo, y chavitos que buscan sólo pasarla bien; sin embargo, en el camino van cometiendo muchos errores.
“Creo que de eso se trata Control Z, que la metáfora que quisimos poner es que cuando estás usando la tecnología siempre puedes dar undo con control Z; pero en la vida, a veces, estamos metidos en una situación donde quisiéramos dar control Z y no hay manera de echarte para atrás”, dice el escritor.
Lo más importante para construir una historia, dice Quintanilla, es que los demás personajes vayan generando un arco, una historia que aporte a la historia central
Las primeras vidas
Antes de que Carlos Quintanilla, Adriana Pelusi y Miguel García Moreno, quienes también son creadores y escritores de Control Z, vendieran la idea a la plataforma de streaming, ya le habían dado forma a su primer personaje: Sofía H., nombre que es un homenaje Sherlock Holmes.
“Teníamos este arquetipo dando vueltas en la cabeza, pero buscando cómo contar una historia de adolescentes, entonces, ahí surge; después nace Javier Williams, quien también es un guiño a Watson, más tarde encontramos a Moriarty, vamos jugando y cambiándolo, con esta cabeza del mal que va generando cosas desafortunadas para los que habitan esa preparatoria. Luego se fueron sumando los demás personajes”, comparte el escritor mexicano.
Quintanilla Sakar se dice muy satisfecho con lo que se logró en pantalla, porque considera que los actores son formidables, la dirección afortunada y la producción de lujo, combinación que permitió construir una historia poderosa y con muchos valores que los ha llevado a ser “una de las series más fuertes y emblemáticas de México para el mundo”.
De entre sus personajes, Carlos Quintanilla siente especial cariño por Sofía, quien además de ser la protagonista, valora la inteligencia sobre cualquier otro valor y eso le parece importante en una serie mexicana, donde de pronto se tenía acostumbrado al público a exaltar otras características.
“Me parece que Sofía H. está rompiendo paradigmas en el imaginario mexicano de la ficción, entonces, considero que esta función es fundamental. Otro personaje que me parece muy padre y que también rompe paradigmas latinoamericanos es el de Gerry, que es un chavo que está descubriéndose y está entendiendo que le gustan los hombres, que le gusta alguien de su mismo género”, explica.
Si bien en Latinoamérica se había explorado la salida del closet, lo interesante de Gerry es que además de descubrir su sexualidad, se enfrenta al mundo de lo que le gusta, algo “inédito” y “muy relevante”, que permite que viva un arco de transformación.
“Creo que uno de los secretos de Control Z es que todos los personajes van abonando como una bola de nieve a la historia principal y eso es interesante, nos costó sangre, sudor, lágrimas y desvelos, pero todos los personajes tienen algo que aportar y en algún punto pasa algo que es interesante y que te hace dudar de todos, de quién está detrás de todo esto que está sucediendo”, confiesa.
Cambios en el guión
En una entrevista previa, el actor Patricio Gallardo aseguró que había sido tal su compromiso con su papel de Gerry que llegó a cambiar el guión, ya que originalmente Luis no moría. Así que, en una conversación con el director, este le dijo: “tú mataste a Luis, no Gerry, sino tú, Patricio, porque Luis no se moría, pero por la manera en la que estás llevando al personaje, que no lo esperábamos, dijimos que lo único coherente es que Luis se muriera para darle el peso necesario a este otro personaje”.
Ante el cuestionamiento de si el personaje de Luis moría o no, el escritor Carlos Quintanilla reconoce que, como creador de contenido, todo el tiempo se debe estar cediendo y defendiendo escenas o personajes, es como una lucha creativa constante, donde lo importante siempre será que gane la historia.
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“Sobre Luis, si moría o no, te puedo decir que fue una discusión continua y constante en el writers’ room, nosotros como creadores teníamos claro que queríamos pasar un mensaje de manera divertida, que la gente viera la serie, pero si queríamos dar un mensaje muy fuerte y eso se pensó desde el inicio, que el bullying mata, entonces, quien te diga que no estaba pensado desde el principio que muriera Luis, pues yo lo cuestionaría”, explica el creador de Control Z.
Así como este ejemplo, existen muchas discusiones creativas con todos los que están involucrados en el writers’ room, sobre qué les va a pasar a los personajes o qué se debe hacer cuándo un actor decide ya no formar parte del proyecto, como pasó con la salida de la actriz Zión Moreno que interpretaba a Isabela.
“De pronto ya se habían delimitado tramas, historias, todos los personajes, porque esto es un rompecabezas donde todos son parte fundamental, pero, vamos, yo llevo 20 años escribiendo y actores han dicho ‘sí puedo’ o ‘no puedo’, personajes se tienen que ir, esto es algo que sucede”, cuenta el escritor.
Sin embargo, la salida de personajes de las tramas también es una oportunidad para que surjan nuevos, como en este caso pasó con “Claudia”, un nuevo rostro en el Colegio Nacional que, además de ser divertido, traerá nuevos caminos y posibilidades.
“En lo personal extraño al personaje de Isabela, pero en la trama se nos permitió que ella se refugiara en Estados Unidos naturalmente, porque era un personaje mexicoamericano, entonces, fue totalmente válido que después de todo lo que vivió se refugiara allá”, indica el creador.
El trabajo del escritor en Control Z
Como escritor, a Carlos Quintanilla le tocó la terrible época de los refritos, donde más que historias originales se buscaban adaptaciones de producciones ya pasadas.
“En mi carrera me tocaron muchos ‘no’, afortunadamente, si bien sigue existiendo por diferentes razones, hemos logrado algunos guionistas mexicanos quitarlos y decir ‘sí puedo hacer un original, sí puede ser exitoso’; entonces, de alguna manera estamos poniendo el nombre de México en alto, incluso en otras latitudes, donde los contenidos mexicanos originales empiezan a resonar”, enfatiza Quintanilla.
Las adaptaciones seguirán funcionando, eso opina el escritor; sin embargo, está seguro de que, por ahora, han ganado las suficientes batallas para continuar contando historias originales.
“Cuando tienes un éxito empiezan a soltarte o aparecen nuevas posibilidades, de estar piloteando un avión chiquito de pronto ya te sueltan el avión grande que va a cruzar el océano, es un poco así como lo veo”, dice.
Si bien Control Z no es su primer éxito, sí le abre nuevas posibilidades para que la gente comience a confiar en él y en sus proyectos, los cuales guarda en secreto, como buen escritor, para que nadie más se le adelante.
Lo que sí comparte es que seguirá contando historias de diversidad para celebrar que el ser humano es muy distinto y más en un país como México, donde se está a años luz de aceptar está condición.
“Me gusta contar historias donde se celebra la diversidad del ser humano, donde se celebre la diversidad de pensamiento, de raza, de etnia y de cultura, entonces, esa es una temática que a mí me entusiasma y me obsesiona, y se nota en Control Z, donde se está buscando todo el tiempo una celebración de la diversidad”, afirma Carlos.