La pandemia aún no ha acabado y ante el regreso generalizado de numerosas actividades presenciales es importante que los pacientes no se auto receten ni se confíen si tiene sospechas o confirmación de haber contraído COVID-19, pues los sus efectos siguen siendo impredecibles, advierte el doctor Sergio Zúñiga, médico docente de la UVM Campus San Rafael.
Al analizar el riesgo de contagio entre personas de un mismo círculo y los casos que requieren confinamiento domiciliario para no infectar a otros dentro de los centros de trabajo, entre otros temas relevantes relacionados con el comportamiento de la enfermedad, Zúñiga destacó la importancia de que los pacientes siempre busquen la valoración médica ante estos casos.
“El COVID-19 continúa como una enfermedad impredecible, no se puede hacer un pronóstico lineal, como en otros padecimientos, ya que en el transcurso de horas puede pasar de ser un cuadro leve a convertirse en grave, comprometiendo la vida del paciente”, indica.
De acuerdo con el doctor, los cuadros de COVID-19 dentro de los círculos de personas reaccionan de manera muy distinta en cada integrante, por lo que la sociedad se enfrenta a una enfermedad que actúa de forma heterogénea.
Por ello, y pese a que ya la mayor parte de la sociedad está vacunada, pide que no se baje la guardia.
“Una persona puede experimentar un cuadro grave y complicarse, mientras que otro integrante del mismo círculo puede resultar negativo en todas las pruebas COVID que se realice, a pesar de estar en contacto directo con los contagiados”, menciona Zúñiga.
